
De norte a sur
Pemex, quebrado y seguirá quebrado
La juventud vive de la esperanza; la vejez del recuerdo.
George Herbert (1593-1633) Poeta religioso inglés.
Por Víctor Sánchez Baños
El martes pasado se cumplió un año más de la expropiación petrolera y el país no ha recibido el bienestar de la venta de billones de barriles de oro negro. Se cumplieron 87 años que, en medio de la disputa del planeta entre los nazis y los países del Eje (EU, Inglaterra y la URSS), Lázaro Cárdenas le quitó el crudo a Reino Unido para ponerlo al servicio de Estados Unidos, al 100%, ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial.
Petróleo para tanques, aviones y automotores que verían para enfrentar los afanes invasores de las huestes de Adolf Hitler.
Un resumen cercano a la realidad histórica lo presenta Wikipedia. Relata que la expropiación del 18 de marzo de 1938 y basado en el artículo 27 de la Constitución, consistió en la confiscación de maquinaria, instalaciones, edificios, refinerías, estaciones de distribución, embarcaciones, oleoductos y, cosas de ese tipo en general, todos los bienes muebles e inmuebles, de la Compañía Mexicana de Petróleo llamada El Águila (Royal Dutch Shell), la Compañía Naviera San Cristóbal, la Compañía Naviera San Ricardo, la Huasteca Petroleum Company (subsidiaria de la Standard Oil Company de New Jersey, que se vio afectada al cambiar su nombre a Amoco Corporation), la Sinclair Pierce Oil Company, la Mexican Sinclair Petroleum Corporation, la Stanford y Compañía, El Agwi, la Compañía de Gas y Combustible Imperio, la Consolidated Oil Company of México, la Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, la Sabalo Transportation Company, Clarita S A y Cacalilao SA, así como de sus filiales o subsidiarias.
Sin caer en la precisión histórica de aquel acontecimiento que impactó al mundo y en especial a los mexicanos que simpatizaban con el nazismo (muchos en los gabinetes de Cárdenas y su sucesor, Manuel Ávila Camacho), al paso de los años los gobiernos heredados de la Revolución Mexicana, así como los del siglo XXI, convirtieron a Petróleos Mexicanos, Pemex, en un botín.
Saquearon esa riqueza y, de ahí, se construyeron fortunas en México y en muchas partes del mundo.
El monto de lo saqueado es inaudito, insólito. En 87 años sirvió para que muchos presidentes, desde Cárdenas hasta la fecha, se hincharan de dinero. Ni sus hijos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos, sufren por carencias sin trabajar. No hay manera de medir el monto de lo saqueado. Pero, los beneficiados no sólo son los políticos, sino algunos empresarios nacionales y extranjeros que también robaron. Muchos ganaron utilidades legítimas, pero otros más fueron ilegítimas.
Los negocios al amaro de Pemex, siguen siendo importantes, pero ahora la gallina de los huevos de oro está flaca, raquítica. Se la han acabado desde el poder político. Tan sólo las utilidades que se llevan los dirigentes del Sindicato Petrolero, que ahora encabeza un empleado de confianza, Ricardo Aldana, le ha dejaron fortunas en dólares a quienes han pasado chupándole la sangre a quienes dejan la vida por su empleo. Bueno, ahora, lejos de la bonanza de los tiempos de La Quina, Joaquín Hernández Galicia y Salvador Barragán, los petroleros tienen que comprar sus herramientas y pagar derecho de piso a sus dirigentes, quienes viven como príncipes.
Pemex, ahora bajo la dirección de Víctor Rodríguez Padilla y el escrutinio de la titular de Energía, Luz Elena González, si se atreven a revisar sus extrañas encontrarán los motivos por los cuales la empresa se encuentra en quiebra técnica y ninguna política pública la rescatará. La inversión privada, sin corrupción, podría ser una solución, pero difícilmente podrá pagar más de un billón de pesos a proveedores, cuando sus ingresos se diluyen.
No dejaron crecer a Pemex. Durante casi 18, dio dinero para que el gobierno, siempre obeso, viviera. Sin embargo, nunca se vio reflejado en el bienestar de los mexicanos. Había una diferencia, ante el interés de invertir era importante y hoy, el capital privado, ya no le interesa el monopolio petrolero debido a que no paga sus deudas, ubicadas en cerca de un billón (un millón de millones) de pesos.
De esa manera, nuestra clase política, incluida la de Morena, enriquecida hasta el cansancio, desprestigio a Pemex. Eso no se debe olvidar ahora en su 87 aniversario de la expropiación (que debió beneficiar al Pueblo), ni nunca. Una afrenta que se volvió impune con el gobierno de López Obrador.
PODEROSOS CABALLEROS
DESAPARECIDOS: Urge, como país civilizado, crear una comisión de búsqueda de desaparecidos. En México se estima que hay más de 400 mil desaparecidos, tanto personas que forman parte de las bandas de criminales, como de ciudadanos comunes y corrientes que fueron secuestrados y en muchos casos asesinados. La propuesta la jizo la diputada del PAN Noemí Luna. Una igualita a la que sirvió para conocer la verdad de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y ahora los del Occidente del país.
ESTADO POR ESTADO
OAXACA: Al servicio de su majestad, el alcalde. Al más puro estilo de la Ley de Herodes, el presidente Municipal de Tlaxiaco, Jorge Octavio Hernández Martínez, fiel amigo del gobernador Salvador Jara, busca instaurar un nuevo ordenamiento municipal que, lejos de fortalecer la gobernabilidad, apunta a un esquema de control centralizado sobre las agencias municipales. Bajo el pretexto de modernizar el Bando de Policía y Gobierno, el edil propone un modelo de subordinación policíaca que recuerda más al imperialismo y colonialismo que a un ejercicio democrático y plural, al dejar a un lado al Cabildo.
RESPONSABILIDAD Y GOBERNANZA (ESG) BBVA: Liderado por Carlos Torres Vila, BBVA México a través del financiamiento sostenible, otorgó al desarrollador inmobiliario Conquer, propiedad de Alexis Bautista, 1,500 millones de pesos destinados a refinanciamiento de sus pasivos actuales y usos corporativos. Impulsado por el crédito, colocará paneles solares en once de sus desarrollos comerciales que en conjunto alcanzan los 228 mil 31 metros cuadrados y están distribuidos en los municipios de San Luis Potosí, Ciudad Guzmán, Hermosillo, León, Mérida, Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, Querétaro, Tonalá, Valladolid y Puerto Vallarta.