
De frente y de perfil
El infierno de los desparecidos es un fenómeno creciente en el país ante un Estado sin respuestas a las organizaciones de buscadores de desaparecidos que, cobran una relevancia fundamental en la vida pública nacional ante el caso Teuchitlán como campo para el reclutamiento, adiestramiento y exterminio de seres humanos.
En su turno, el Fiscal General de la República (sigue el manual Ayotzinapa) encabezando una investigación sin credibilidad y sin confianza de las víctimas, dado que no hay instrumentos como fiscalías especiales desde el congreso como contribuyentes de la investigación ni expertos externos en el rubro de antropología forense.
La línea política de la administración de Claudia Sheinbaum es intentar lo que logró su predecesor: hacer culpables a las otras autoridades locales, a los gobernadores, sólo que la titular del Ejecutivo no dispone del perfil para manipular del ex mandatario.
Es verdad que hay un cambio de enfoque en el rubro de inseguridad, en parte obligada la gestión de Sheinbaum por el corte mensual de caja que le practica a su administración, el presidente Trump.
En otras palabras, la marca propia que intenta encabezar la jefe del Estado mexicano se encuentra de frente con el muro de la estructura lopezobradorista que es mayoría en la coalición gobernante.
Otro rubro de extrema inestabilidad política para la gestión Sheinbaum es la economía, dado que mientras en Estados Unidos avanza la retórica de la Casa Blanca que, de ser necesario “tendremos que gestionar nuestra recesión”, es evidente que el rubro de la economía y la inseguridad son castigados por los electores, especialmente porque la pésima señal estadunidense pondría en severo riesgo el “bienestar” de la administración de Sheinbaum y su traducción en transferencias de efectivo generalizado.
Del Tintero.
Cuando despertó, el dinosaurio estaba allí.
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Daniel Adame Osorio.