
Cónclave de 3 batallas: geopolítica, sinodalidad y resistencia
La Casa Blanca dirige ahora el conflicto contra la academia en general, recortando millonarios incentivos a las universidades de mayor prestigio en la Unión Americana, como parte del estilo personal de gobernar del presidente, Trump.
Baste recordar desde la literatura al Orden Político en las Sociedades en Cambio, libro que desde la lógica política de la administración Trump sólo genera los incentivos en promover el desorden político dentro y fuera de los Estados Unidos.
El conflicto que, en los diversos rubros del sistema político estadounidense crea el mandatario republicano, tienen la idea de hacer subsistir un grupo dominante por encima no sólo de los seguidores y la infantería de Trump, sino pretende superponerse a las reglas del juego de esa nación.
Por su lado, los europeos (aliados históricos de Estados Unidos) buscan contrapesos y rehacer su juego en el concierto global, lo mismo que China y los gigantes asiáticos ante la embestida de Trump y su ejercicio contrario a la gobernanza.
No sólo las universidades, ahora la Corte Suprema de Justicia le ha prohibido al mandatario continuar con su política en materia de deportaciones bajo una normativa que no se sostiene ni jurídica ni políticamente.
En América del Norte priva el desorden político y el conflicto ante una política gubernamental mexicana muy cercana a la Casa Blanca y obteniendo en lo fundamental los mismos dividendos que Canadá que, prácticamente no ha realizado política pública destacada en torno a su relación bilateral con la unión americana.
De regreso a México, el asueto por la Semana Santa no ha registrado una baja en el indicador de la inseguridad y la retórica impulsada desde la Secretaría de Gobernación no tiene agenda y sólo se acomoda a la coyuntura del oficialismo.
En Morena, sus facciones siguen en la disputa interna y su conflicto, dado que son la oposición auténtica del sistema político mexicano contemporáneo y la oposición formal no responde (todavía) a la ecuación de que la calidad de la democracia depende de la calidad de la oposición.
Del Tintero.
A siete años del lopezobradorismo convertido en partido, gobierno y ocupando la jefatura del Estado, conviene repasar al profesor australiano que advirtió la muerte de la democracia, allá donde hubo sociedades apáticas.
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Daniel Adame Osorio.