
De frente y de perfil
Las graves imputaciones de Ernesto Zedillo a los gobiernos de la Cuarta Transformación.
Después de mantenerse con un prolongado silencio, el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, salió y en un extenso artículo en la revista Letras Libres sostiene que la eliminación de organismos autónomos, la ampliación de la prisión preventiva oficiosa, la desaparición del derecho efectivo a la transparencia, la cooptación de las fuerzas armadas y la captura del poder judicial –-todas estas acciones emprendidas por el partido gobernante-– dejan al descubierto que la “Cuarta Transformación” buscada por Morena consiste en acabar con la democracia mexicana y construir en su lugar un régimen tiránico.
Zedillo Ponce de León, quien gobernó de 1994 al 2000 en sustitución del asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta, aseguró que en el país “nuestra joven democracia ha sido asesinada” y que la reforma al Poder Judicial puesta en marcha politiza la impartición de justicia y somete a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a los intereses de un solo partido.
El expresidente criticó severamente la reforma judicial y la política “tiránica” de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador y ahora por Claudia Sheinbaum Pardo: “Cuando la presidenta nos dice que México está por convertirse en el país más democrático del mundo, tristemente nos está mintiendo a todos los mexicanos. Que no nos engañen: nuestra joven democracia ha sido asesinada”, afirmó.
Indicó que la reforma de 1994 fortaleció de manera significativa y sensata el control judicial y los poderes constitucionales de la Corte, dotándola de una amplia y más fuerte facultad de decidir sobre la constitucionalidad de los actos de autoridad y las leyes, y de derogar total o parcialmente la ley o el acto bajo su control. Fue provista de la capacidad para decidir sobre controversias jurídicas entre los gobiernos federal y estatales, entre los gobiernos estatales y los municipios, y entre diferentes municipios. Se le atribuyó la facultad de decidir sobre los casos de inconstitucionalidad interpuestos por solo un tercio de cualquiera de las cámaras del Congreso federal contra leyes o resoluciones federales, y por solo un tercio de las legislaturas estatales contra sus propias leyes o resoluciones estatales. La reforma no solo fortaleció el federalismo sino su capacidad de proteger los derechos de las minorías políticas.
Además, explicó, la reforma creó el Consejo de la Judicatura, al que se encargaron funciones como administrar el presupuesto judicial, nombrar a los tribunales inferiores, determinar criterios rigurosos de mérito y desempeño, y establecer mecanismos de supervisión. En consecuencia, se fortalecieron los requisitos para elevar los estándares profesionales de los miembros del sistema judicial y se frenó la laxitud tradicional en los nombramientos y jubilaciones por motivos políticos.
Dijo que todos los ataques de López Obrador a la independencia de las autoridades electorales y el poder judicial, lo que le resultó, con mucho, más beneficioso fue su estrategia de maniobrar para ocupar vacantes en la Suprema Corte de Justicia, el INE y el Tribunal Electoral, con personas dispuestas a obedecer sus indicaciones, incluso contraviniendo la Constitución y las leyes, personas que en repetidos casos ni siquiera satisfacían los estándares éticos y profesionales requeridos.
Indicó que las maniobras para colocar incondicionales en la Corte quedaron a la vista de todos con el caso de una ministra que había obtenido su título mediante plagios. “Al quedar descubierta, lejos de renunciar al puesto, se aferró al mismo y ahora hace campaña para ser electa de nuevo a la Corte e incluso llegar a su presidencia. En contraste, cuando López Obrador promovió el nombramiento de una jurista preparada y honesta, que no se avino a sus consignas, procedió a decir que su arribo a la Corte había sido un error y sin ningún recato la calificó de “traidora”. Su mayor trofeo en el poder judicial fue haber doblegado, por medios aún desconocidos, al entonces presidente de la Corte, quien no solo validó acciones inconstitucionales del Ejecutivo y el Congreso, sino que intentó, de modo ilegal, extender su periodo al frente de la SCJN (Arturo Zaldívar Lelo de la Rea). Más tarde renunció a su posición de ministro antes de tiempo para ser asesor en el gobierno y, como tal, respaldar la nociva reforma al poder judicial. Además, con aquel retiro prematuro, el ministro le obsequió al presidente otra vacante que fue utilizada para degradar aún más la calidad y autonomía de la Corte. (Con la llegada de Lenia Batres Guadarrama).
Luego de las críticas del expresidente Ernesto Zedillo, la presidenta Claudia, Sheinbaum se lanzó contra el exmandatario y aseguró que la oposición ahora busca nuevos voceros porque los demás ya no tienen credibilidad.
“Ahora resulta que Zedillo es el paladín de la democracia, lo bueno es que el pueblo de México está muy informado”, respondió la mandataria. Sheinbaum también criticó que ahora llamen a su gobierno como autoritario y aseguró que el autoritarismo ocurrió en el periodo neoliberal.
Pero el pasado fin semana, durante una visita a Villahermosa, Tabasco, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, fue recibida con manifestaciones de descontento por parte de trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), quienes expresaron su rechazo portando pancartas y orejas de burro simbólicas.
La protesta ocurrió a las afueras del Hotel Tabasco Inn, sede del evento “La reforma al Poder Judicial de la Federación”, una conferencia magistral organizada por la asociación civil Abogadas de Tabasco. A su llegada, Batres Guadarrama fue interceptada por un grupo de manifestantes que, con orejas de cartón o tela en la cabeza simulando ser de burro, exigían mayor preparación por parte de la ministra, a quien acusan de nepotismo y falta de experiencia. Entre las pancartas destacaban frases como: “Lenia, ponte a trabajar y estudiar” y “La familia Batres es sinónimo de nepotismo”. La manifestación fue replicada posteriormente en redes sociales y chats internos del PJF.
Batres se abstuvo de responder directamente a la protesta, en su cuenta de X compartió: “Por la tarde acudí a una extraordinaria conferencia magistral organizada por la Asociación de Abogadas de Tabasco”, publicación en la que posteó un video donde se aprecia que entra al lugar entre porras y muestras de apoyo para la autollamada “ministra del pueblo”.
Pero el intento de Lenia Batres Guadarrama por registrar como marca el término “ministra del Pueblo” fracasó luego de que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) emitiera un dictamen en el que niega la solicitud. De acuerdo con el documento, el impedimento legal se comunicó el pasado 3 de abril, es decir, tres días después de que arrancaran las campañas rumbo a la Elección Judicial 2025 en las que Batres participa como candidata a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). También en febrero, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), le negó a Lenia Batres el uso del sobrenombre “ministra del Pueblo” en la boleta de la elección judicial.
En ese sentido, el Instituto Nacional Electoral (INE) negó la inclusión de sobrenombres en las boletas electorales al determinar que estos podría impactar en la contienda, generar confusión en el electorado y constituir una ventaja.
Una pregunta:
¿Por qué la embajada de México en el Vaticano que encabeza el periodista Alberto Barranco Chavarría acreditó en la ceremonia funeraria del Papa Francisco a la secretaria de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez Velázquez, ¿cómo “vicepresidenta de México”? … los mexicanos merecemos una explicación.
¿Qué ya reformaron la Constitución?…No tienen madre estos cínicos.