
Leche para el bienestar atiende a 6.3 millones de mexicanos
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril de 2025.- La política de drogas en México y la Ciudad de México está dominada por un enfoque prohibicionista, punitivo y militarizado que ha demostrado ser ineficaz para disminuir el consumo problemático, ha generado violencia, estigmatización y violaciones de derechos humanos, señaló el coordinador de la Bancada Naranja, Royfid Torres González, quien presentó una iniciativa que propone cambios a la Ley de Salud capitalina para reducir riesgos y definir el consentimiento informado de una persona por escrito para la realización de diagnósticos o tratamientos.
En la exposición de motivos, el legislador mencionó que datos recientes muestran que en la CDMX los principales consumos problemáticos no están relacionados con cannabis, sino con alcohol, cocaína e inhalables, especialmente entre las personas jóvenes; sin embargo, desde hace cinco años no se cuenta con información actualizada ni con programas específicos de reducción de daños.
Las modificaciones buscan integrar de manera explícita el enfoque de reducción de riesgos y daños en las políticas públicas relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas, así como definir el consentimiento informado de conformidad expresa de una persona, manifestada por escrito, para la realización de un diagnóstico o tratamiento de salud o directamente de adicciones.
Partimos del reconocimiento de una realidad: hay personas que consumen cannabis y, frente a ello, el Estado no puede seguir respondiendo con castigo o estigmas. Lo que proponemos es que el Gobierno implemente políticas de salud pública que reduzcan los riesgos asociados y pongan en el centro la vida, la salud y el acompañamiento”, indicó en el uso de la tribuna.
Con esta iniciativa, MC busca que la ciudad sea ejemplo para mejorar la vida y la salud de las personas a través de políticas que prioricen los derechos humanos y la justicia social, por encima del estigma, los prejuicios, la violencia y la cárcel en búsqueda de construir una CDMX más humana, moderna y con soluciones basadas en evidencia científica para atender un problema de salud pública.
En posterior activación a las afueras de recinto de Donceles, el congresista sostuvo que la iniciativa presentada tiene relevancia por dos motivos: primero, reconocer la existencia de las sustancias psicoactivas y la existencia de personas usuarias, pero también generar esquemas de derechos, como el consentimiento de las personas en alguna atención o tratamiento y no sea llevado de manera arbitraria.
Así como existe el alcohol, como existe el tabaco, también existen sustancias psicoactivas y hay quien las consume, por eso tenemos que partir de que habrá siempre personas consumidoras, usuarias y tiene que haber una perspectiva de derechos hacia ellas; no podemos estigmatizar el consumo o a las personas que deciden de manera libre consumir sustancias, pero también tenemos que generarles un entorno de derechos y para eso es el consentimiento”, indicó.
En el evento estuvo presente el coordinador de la Comisión Operativa Estatal, Alejandro Piña, quien recordó que la regulación de cannabis es un tema de agenda del partido y de derechos, por lo que invitó a “cambiar el paradigma del consumo de sustancias como de salud pública y dejar de estigmatizar a las personas que consumen marihuana proporcionando medios para tomar decisiones informadas y tratamientos con consentimiento”.
A la activación acudieron integrantes del Movimiento Chilango y activistas pro cannabis, como Jimena Navarro, quien destacó la acción legislativa en busca de una transición a la regulación de nivel nacional y local.
Esto no es un paso pequeño, porque pensamos que nadie merece morir por consumir ninguna sustancia y ser tratado con dignidad. Siempre nos han tratado como ciudadanos de segunda clase, como un problema que se tiene que enterrar y no volvernos a ver, pero nosotros también somos parte de esta ciudad y buscamos nuestro derecho”, añadió la joven.
Y Royfid Torres González agregó que “no podemos seguir normalizando que haya anexos, granjas y que haya quienes estén haciéndole un bien, entre comillas, a una persona tratando de curarlo de una condición que tiene que ser un acto de voluntad, un acto consentido e informado. Urge un cambio de fondo que ponga en el centro a las personas, su salud y sus derechos”.