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CIUDAD DE MÉXICO, 4 de junio de 2025.- En 2018, la escritora María de Lourdes Victoria se encontraba inmersa en la escritura de la que sería su cuarta novela, una trama histórica entre alemanes cafetaleros. Sin embargo, al mismo tiempo, peregrinaba por el Camino de Santiago, en España. Antes de encontrar la tumba del apóstol de Cristo, descubrió el argumento de su más reciente libro: La maletita azul.
Como una “Diocidencia”, describe la autora, el hecho de encontrarse con la narración que la llevó no solo suspender el proceso de la novela histórica en ciernes, sino que también coincidía con sus preocupaciones como abogada defensora de familias latinas en los Estados Unidos: la separación y ruptura entre padres, madres e hijos a causa de las políticas migratorias implementadas en el primer mandato de Donald Trump.
Al recorrer el Camino de Santiago meditaba y tomaba el aire, al mismo tiempo que aprendía y recordaba mucho el amor de mi madre. Fue en esa ruta que conocí a una mujer en el camino, quien tenía una voz preciosa e iba caminando cantando, y ella me empezó a contar un relato sobre la historia de su propia mamá, quien era de Morelia, y a mí, cuando me contó el testimonio sobre las niñas y niños exiliados que llegaron de España a Morelia, yo quedé atrapada”, recuerda la escritora, originaria de Veracruz y ahora radicada en el vecino país del norte.
En 1937, un grupo de infantes, hijos e hijas de republicanos españoles, fueron acogidos en México por iniciativa de Amalia Solórzano y de su esposo, el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas. En esa época, España se encontraba en una guerra civil que culminaría con la instauración de una dictadura militar en 1938.
El grupo de entre 500 menores refugiados que zarparon desde Burdeos hacia Veracruz, en el buque de vapor de bandera francesa Mexique, suele ser identificado o llamado por los historiadores y cronistas como los Niños de Morelia. Sin embargo, en esa travesía también fueron recibidas varias niñas, y de ellas, María de Lourdes Victoria se inspira para dar vida, desde la ficción, a las hermanas Roda.
La mujer que narró a la escritora veracruzana la historia de Carmen Garí, niña de Morelia, fue su hija, Grace Teresa Garí, con quien se encontró en la ruta de Santiago al peregrinar en 2018.
Cuando me contó la historia de su mamá, yo quedé atrapada por el hecho, por lo que dejé la historia que en ese momento estaba escribiendo y me aboqué de lleno para sacar del alma esta novela que también trataba sobre la separación de unos padres y sus hijas por motivo de la guerra civil española”, refiere en entrevista con Quadratín México la escritora de editorial Planeta.
Tras buscar en archivos, documentos históricos y literatura sobre ese grupo de infantes que fueron acogidos en la capital michoacana, María de Lourdes Victoria no halló referencias puntuales sobre las niñas que también salieron de España, porque la mayoría de los testimonios corresponden a los varones. De ahí que la autora construya su relato desde la visión de Mercé, Carmen y Palmira, tres hermanas catalanas quienes son enviadas a México sin mayores pertenencias que las que puede contener cada una en una maleta azul de cartón que las acompaña en el viaje.
“Las sacaron de su patria, pero cuando menos se tenían las unas a las otras en esta terrible situación de la que salieron de España y tuvieron que ir a otro país a un orfanato, una escuela militar, que era lo que Lázaro Cárdenas dispuso que era lo correcto. Hubo poco amor, cuando eso era lo que más necesitaban”, lamenta la escritora. Sin embargo, su novela busca dejar un mensaje de esperanza: “quise dejar a mi lector con la esperanza porque esta novela demuestra que el amor de una madre es capaz de todo”.
María de Lourdes Victoria también comparte su propia experiencia de separación, porque “he padecido la separación, y sé lo que es que, de la noche a la mañana, pierdas a tu madre, pierdas a tus hermanitos. Pues es algo que me ha acompañado a través de mi vida. Tengo mucha empatía por este tema y por quienes pasan por esas circunstancias”.
La autora subraya la importancia de mantener a los hermanos unidos, porque “cuando estaba defendiendo en las Cortes de Estados Unidos casos de familias de migrantes, ese era mi ruego: que cuando menos dejaran a los niños juntos, porque la evidencia científica demuestra que la relación entre hermanos es incluso más importante que la relación entre padres e hijos”.
Las situaciones narradas en La maletita azul, que viven personajes como Mercé, Carmen y Palmira, resuenan dolorosamente en la realidad actual. María de Lourdes Victoria invita a la reflexión profunda: “¿Cómo le hacemos para no seguir matando a estos niños en venganza, por ejemplo, en medio de una guerra? ¿Cómo le hacemos para abrir las puertas y los corazones para recibir a las personas que tienen que tomar una decisión tan difícil que es tener que dejar atrás su patria, sus tradiciones, su idioma y trabajar durísimo con tal de lograr el pan de cada día para sus hijos o incluso tener que dejarlos atrás?”.
La escritora también aborda la soledad que enfrentan muchos migrantes: “¿De qué manera preparas a alguien para vivir en mucha soledad? Desde Estados Unidos vemos de aquel lado de la frontera ese sentimiento, y ustedes perciben el otro sufrimiento de este lado de la frontera. Pero la frontera entre México y Estados Unidos no es la única frontera. Hemos tenido la guerra y la seguiremos teniendo. Aquí la pregunta: ¿Cómo evitamos la violencia? ¿Cómo arreglamos el mundo de tal manera que la frontera no sea ningún punto de dolor, sino que sea una esperanza?”.
María de Lourdes Victoria presentó su novela en Morelia, en la casa natal de Morelos, acompañada por Grace Teresa Garí y también viajó a la Ciudad de México para reunirse con sus lectores en una librería ubicada en Coyoacán.