
De frente y de perfil
* Acusaciones sin pruebas, un riesgo bilateral entre Tesorería de USA y empresas financieras de México
Cuando se trata de señalamientos tan graves como el lavado de dinero y los presuntos vínculos con el crimen organizado, es fundamental que las acusaciones vengan acompañadas de pruebas claras y verificables.
Esta semana, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, encabezado por Scott Bessent, impuso sanciones administrativas y civiles a dos bancos mexicanos y una casa de bolsa.
Sin embargo, hasta ahora, no se ha entregado evidencia concreta a las autoridades mexicanas que respalde tales imputaciones que el gobierno estadounidense hizo en contra de tres instituciones financieras de nuestro país, (CIBanco, Intercam y Vector).
La respuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), bajo la dirección de Rogelio Ramírez de la O, ha sido tan prudente como firme. A través de un comunicado, Hacienda subrayó su disposición a cooperar, como ha sido costumbre en la relación financiera entre ambos países, pero también pidió pruebas verificables que sustenten las acusaciones.
Esto no solo es justo, es necesario. Porque en un entorno tan sensible como el que vivimos con nuestro país vecino del norte, los rumores sin sustento pueden hacer tanto daño como los delitos mismos.
Así mismo, tanto la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a cargo de Pablo Gómez, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que encabeza Jesús de la Fuente, han recibido la notificación del Tesoro sobre las presuntas irregularidades y se mantienen en revisión de los casos.
Ambas instancias juegan un papel crucial en el monitoreo, análisis y posible sanción de operaciones financieras ilegales dentro del sistema mexicano. Su participación es indispensable para asegurar que cualquier acción tomada esté basada en información concreta y no en suposiciones.
Acusar sin probar pone en entredicho la credibilidad de las instituciones y vulnera la confianza entre países que, se supone, deben trabajar bajo principios de respeto mutuo y responsabilidad compartida.
Si existe evidencia, debe mostrarse y actuarse conforme a derecho. Pero si no la hay, se está abriendo un terreno peligroso donde la especulación reemplaza a la justicia. En temas como este, el debido proceso no es una formalidad, es la única garantía para preservar la integridad del sistema.
*** Solidez reconocida
Arca Continental, que preside Jorge H. Santos Reyna y que dirige Arturo Gutiérrez Hernández, recibió la ratificación de su calificación AAA(mex) por parte de Fitch Ratings, el nivel más alto de confianza crediticia en el mercado nacional.
Este reconocimiento responde a su fortaleza financiera, su capacidad para generar flujo de efectivo positivo y mantener márgenes operativos estables, incluso en entornos económicos desafiantes. Con presencia en cinco países y un portafolio diversificado que incluye marcas como Bokados, Wise e Inalecsa, la empresa se consolida como uno de los actores más sólidos de la industria.
En un comunicado, la compañía regiomontana destacó que la evaluación de Fitch no solo valida su disciplina financiera, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de financiamiento para proyectos de expansión.
La resiliencia de Arca Continental y su enfoque estratégico en inversión y eficiencia operativa continúan posicionándola como un referente en el sector de alimentos y bebidas, dentro y fuera de México.
*** DiDi y OXXO se encuentran
TOME NOTA *** La alianza entre OXXO y DiDi no solo abre un canal digital para OXXO, también permite a DiDi acceder a una red de productos y puntos de venta que pocos pueden igualar. Juan Andrés Panamá, al frente de DiDi, apuesta por ampliar su portafolio más allá del transporte; mientras que Carlos Arroyo, desde OXXO, conecta lo físico con lo digital sin perder el control del inventario ni la experiencia de tienda.
La clave está en la última milla. En un mercado saturado de opciones, el reto no es la oferta sino la ejecución. Esta colaboración responde a un consumidor que exige inmediatez, cobertura y familiaridad.
Quien logre coordinar tecnología, logística y surtido a escala podrá definir el estándar del sector en los próximos años. OXXO y DiDi parecen haber tomado el primer paso.