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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de julio de 2025.- La gentrificación debe separarse de la actividad turística de la Ciudad de México para encontrar soluciones permanentes a la necesidad de vivienda y dejar de expulsar a los chilangos a causa de los altos costos del alquiler, coincidieron especialistas, presidentes de organismos de vivienda, autoridades de la secretaría de Turismo local y legisladores dentro del Foro Turismo que suma y no desplaza, que busca encontrar soluciones a la gentrificación en la CDMX, en el salón Heberto Castillo del recinto legislativo de Donceles.
La presidenta de la Comisión de Turismo de la 3 Legislatura, Luisa Ledesma Alpízar, destacó durante las palabras de bienvenida que se deben establecer diferencias entre los términos y sus efectos.
La gentrificación, en esencia, implica la llegada de residentes con mayor poder adquisitivo a zonas previamente habitadas por poblaciones de menores ingresos, lo que a menudo deriva el desplazamiento de estos últimos.
El turismo, en cambio, puede actuar como un catalizador de la gentrificación al aumentar la demanda de viviendas y servicios en áreas atractivas para los visitantes, elevando los precios y trasformando la oferta comercial de los inmuebles”, agregó.
Durante las ponencias destacó la participación de Adriana Enríquez, consultora y experta en urbanismo y vivienda, quien desglosó el impacto de Airbnb en la capital, con un incremento en las rentas del 280 por ciento, con relación a las tradicionales y una retención y remisión de más de 650 millones de pesos en concepto de impuestos, de 2017 a 2024.
Lo que requerimos es una mayor regulación, no un mayor impuesto. Para darnos una idea, los trabajadores digitales generaron una derrama de nueve mil 300 millones de pesos, lo que representa el 15 por ciento de los ingresos totales turísticos de la ciudad.
Actualmente hay 26 ml viviendas ofertadas en la capital, 66 por ciento son viviendas completas y el mismo porcentaje es operado por multigestores como empresas turísticas, con un crecimiento en los últimos años del 28 por ciento, principalmente en zonas de alta presión inmobiliaria”, señaló.
La presidenta de la Asociación de Vivienda Turística, Sean Cazárez, estableció que las viviendas de socios no son fondos de inversión, como se estableció en la marcha de hace dos semanas y aseguró que no son los detonadores de la gentrificación.
Somos generadores de ingresos, ya que 160 mil familias han podido obtener una forma de vida, con una derrama de 16 mil 700 millones de pesos anuales; de los anfitriones, el 17 por ciento son adultos mayores que se ayudan gracias a este ingreso y 50 de los anfitriones son mujeres, con el mismo porcentaje mayores de 60 años”, estableció.
El coordinador de la bancada Naranja, Royfid Torres González, comentó que este fenómeno tiene más de 30 años, cuando se decía que los jóvenes no podrían comprar una vivienda, pero hoy ni siquiera puede alquilarla.
No contamos con una propuesta que genere las viviendas que cubran la necesidad de las y los capitalinos, por lo que requerimos tener todos los elementos de prueba e información para entender este fenómeno e insistir en la necesidad de dos instrumentos muy necesarios, como el Plan General de Ordenamiento y el Plan General de Desarrollo, los cuales tenemos en pendiente en este Congreso, porque no podemos seguir expulsando a nuestros jóvenes de su ciudad”, dijo.
El director general de Servicios al Turismo, de la Secretaría local, Jorge Darío Guerrero, informó que es fundamental no confundir la gentrificación con la necesidad de una actividad como la turística, con 15 millones de visitantes, de los cuales una quinta parte, de tres a cuatro millones, usan servicios por aplicación, por lo que, aseguró, seguirán trabajando para hacer de la CDMX un sitio que brinde cultura con carácter social, de cara al Mundial de Futbol 2025.
Y Luisa Ledesma Alpízar, comentó que Movimiento Ciudadano impulsarán iniciativas o productos legislativos que fomenten un modelo sostenible, social y viable para todos los sectores de la CDMX, para planificar y ejecutar los mejores proyectos de cara a la justa mundialista, pero que sean permanentes para la infraestructura del futuro de ciudad una vez que termine el evento deportivo.