
Destaca Claudia Sheinbaum 19 reformas constitucionales en Primer Informe
Al espectáculo que también es la política, sus actores principales, lo mismo en el oficialismo y la oposición, han impulsado la degradación como una ventana de su comportamiento ajeno al propósito parlamentario que, por ejemplo, inspira el debate público, el análisis y votación de las iniciativas que se convertirán en ley de la Unión.
Lo cierto es que antes como ahora, los escándalos, los gritos y en general el espectáculo que protagoniza, por ejemplo, mucho hace el comportamiento de Gerardo Fernández Noroña es una práctica no para el debate parlamentario, sino para la agresión y degradación.
Tuvo ahora mayor visibilidad, al presidir la mesa directiva en el Senado y, sin embargo, su práctica como actor es contraria a la política como arte de la conciliación y la negociación entre diferentes proyectos.
No se olvide que en 2021, él mismo hizo público no poseer los recursos suficientes para tener un estilo de vida alto o medio alto.
Lo mismo puede decirse de los adversarios que hoy son patriotas, únicamente por comulgar a partir del pasado reciente con AMLO y Manuel Bartlett es un miembro notable de la sociedad mexicana, según el código Noroña y sus colegas que son representativos de esa baja calidad de la democracia son por ejemplo, Pedro Haces, Adán Augusto López, Cuauhtémoc Blanco, entre otros.
La contradicción es el elemento connatural de comportamiento para el gobierno de MORENA. El pasado oscuro neoliberal es el responsable, dirán los miembros del oficialismo y no la degradación que practican, muy lejos de la esperanza de la que pretenden apropiarse como imagen corporativa, cuando ya existe desde la administración del presidente, Adolfo Ruiz Cortines.