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MÉXICO, DF, 20 de febrero del 2015.- En un día como hoy, pero de 1943 surgió en medio de la tierra el volcán más joven del mundo en la zona de la Meseta Purépecha, en el estado de México, el Paricutín, que en la lengua nativa de la región significa: ‘Lugar al otro lado’ y se pronuncia: Parhíkutini.
El 20 de febrero de ese año, Dionisio Pulido, un campesino, se encontraba trabajando la tierra en las cercanías del pueblo Paricutín, cuando de pronto testificó como “empezó a temblar, se abrió la tierra y empezó a emanar un vapor muy espeso, a sonar muy fuerte y a volar piedras”. Muy asustado, el señor Pulido avisó al pueblo.
La duración de la actividad de este volcán fue de 9 años, 11 días y 10 horas; la lava recorrió unos 10 km. No hubo víctimas humanas, dado que hubo suficiente tiempo para desalojar a toda la población. El volcán sólo sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Parangaricutiro (Parhikutini y Parangarikutirhu en purépecha).
El primero quedó totalmente borrado del mapa: muy cerca de él se encuentra ahora el cráter del volcán. Del segundo pueblo sólo es visible parte de la iglesia, sepultada por la lava, al igual que el resto del pueblo, excepto por la torre izquierda del frente (la torre derecha aparentemente cayó pero lo cierto es que estaba en construcción al momento de empezar el fenómeno) así como el ábside, junto con el altar.
Actualmente se puede acceder a esta zona desde la comunidad indígena de Angahuan, donde hay un mirador y paseos a pie y a caballo hacia las ruinas del fenómeno.
Los pobladores desalojados fueron trasladados a diferentes lugares, uno de ellos el pueblo de San Juan Nuevo, donde actualmente se encuentra un concurrido santuario católico.