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Detienen a presunto agresor de personal de parquímetros en Cuauhtémoc
MÉXICO, DF., 10 de agosto de 2014.- Después de 28 años de prisión “El narco de narcos”, Rafael Caro Quintero, salió por la puerta principal del penal de Puente Grande, Jalisco, el pasado 2013.
En Estados Unidos no fue bien vista la libertad del narcotraficante que mató a uno de sus agentes, Enrique “Kiki” Camarena, hoy, cuenta con una ficha roja emitida por Interpol a finales de 2013.
Tras su liberación, la Procuraduría General de la República (PGR) se inconformó e interpuso un recurso de revisión en contra de la sentencia que concedieron los magistrados, pues sostuvo que de acuerdo con los más recientes criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los integrantes del tribunal colegiado debieron haber ordenado la remisión del expediente penal al juez estatal competente.
El vocero del Departamento de Justicia, Peter Carr afirmó: «La DEA continuará vigorosamente sus esfuerzos para garantizar que Caro Quintero enfrente cargos en Estados Unidos por los crímenes que cometió».
Por su parte, la DEA se declaró «profundamente preocupada» por la liberación de Quintero.
Actualmente se encuentra prófugo de la justicia al haberse librado en su contra una orden de aprehensión con fines de extradición
Historia de una leyenda
El 4 de abril de 1985, la policía de Costa Rica dio un golpe casi definitivo al Cártel de Guadalajara. Ese día, la policía buscaba a Sara, sobrina del ex gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri.
En 15 minutos que duró el operativo en aquella quinta “San Rafael de Ojo de Agua”, realizado por 25 agentes de la Unidad Especial de Intervenciones y de la Sección de Estupefacientes, y el gobierno de Costa Rica tenía en sus manos a uno de los narcotraficantes más buscados por Estados Unidos.
Doce horas después de haber mandado el reporte al gobierno de México de las huellas dactilares de los detenidos, llegó la sorpresa.
“Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA por matar a uno de sus agentes”, dijeron las autoridades mexicanas.
De pequeñas parcelas de mariguana que empezó a sembrar junto con su hermano Jorge Luis, el “Narco de narcos” pasó a tener el rancho El Búfalo, En Chihuahua, en el que procesaba alrededor de 6 mil toneladas de mariguana, con un valor de 2 millones de dólares.
Ahí, trabajaban a cuatro mil campesinos.
Las sentencias
En diciembre de 1989, Caro Quintero fue sentenciado a 40 años de cárcel por el plagio y homicidio del agente antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) Enrique Camarena Salazar y del piloto Alfredo Zavala Avelar.
Para enero de 2005, el capo fue trasladado al Cefereso número 2 de Occidente, en el Complejo Penitenciario de Puente Grande.
Sin embargo, días después, fue enviado al Cefereso número 3 en Matamoros, Tamaulipas.
El 25 de marzo de 2010, el Segundo Tribunal Unitario resolvió a favor de Caro Quintero el juicio de amparo 16/2009 y fue enviado al Reclusorio Preventivo de Guadalajara, en el complejo de Puente Grande, Jalisco, ya que un tribunal consideró que su perfil no era de alta peligrosidad.