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MÉXICO, DF., 26 de septiembre de 2015.- El apoyo de miles de capitalinos volvió a sentirse en las calles, hombres, mujeres, niños y ancianos dejaron a tras la apatía y dedicaron su tiempo en gritar que “la verdad histórica del Gobierno Federal se cayó a pedazos”.
Según datos del Gobierno del Distrito Federal (GDF) 18 mil personas salieron a las calles para mostrar su solidaridad con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa que marcharon para exigir justicia y el esclarecimiento de la desaparición de sus hijos, ocurrida exactamente hace un año.
Las consignas de “vivos se los llevaron y vivos los queremos” volvieron a retumbar en las avenidas Juárez, Reforma, Eje Central y después por Cinco de mayo, para concluir en el Zócalo capitalino.
También se escucharon diversas consignas contra el presidente Enrique Peña Nieto y contra el Ejército, y fueron frecuentes los conteos del 1 al 43 para recordar a los normalistas.
La marcha que partió desde avenida Chivatito y fue encabezada por los padres de familia, contó con la participación de diversos contingentes que no participaban desde hace meses y habían dejado a los padres solos en sus últimas marchas.
Durante el recorrido, las familias volvieron a salir a las calles para apoyar la causa normalista, donde niños volvieron a participar con dibujos relacionados con los alumnos rurales.
“Yo creo que a mi mamá no le gustaría que me pasara algo, creo que sus papás (de los estudiantes de la Normal desaparecidos) están muy tristes y los extrañan, por eso estamos aquí mi hermanito y yo, porque no nos queremos perder”, dijo Lorena, de siete años y que dedicó su dibujo a los padres.
Una primaria particular decidió llevar, con el permiso de los papás, a sus alumnos para que mostraran sus mensajes de apoyo y porras a la comitiva de familiares que caminó por Avenida Paseo de la Reforma.
Esta vez fue diferente y ni la lluvia que inició con minigotas y terminó mojando a quienes no iban preparados con paraguas o que no estaban dispuestos a gastar 10 pesos en un impermeable, sólo amilanó a pocos asistentes.
Volvieron a aparecer contingentes como el de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), entre cuyas manifestantes había algunas mujeres que sin importarles el aire frío, iban sin blusa y solo cubiertas con sostén en la parte de arriba de su cuerpo tenían pintados en su abdomen la leyenda de “Fue el Estado”.
Además participaron las universidades Pedagógica Nacional (UPN), la Nacional Autónoma de México (UNAM), o instituciones como el Centro de Investigación y Desarrollo Económico (CIDE) o del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
También estaban maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sindicatos como el de la propia UNAM o el de la empresa de calzado Sandak, bomberos en resistencia y el combativo Frente Popular Francisco Villa.
También asistieron organizaciones no gubernamentales como Greenpeace o Amnistía Internacional.
Todos ellos y otros más iban en el grueso de la marcha, que se veía en sus inicios del Monumento a la Diana hasta poco antes del Auditorio nacional.
No faltaron los anarquistas o “grupo negro”, como los llamó un activista. Algunos encapuchados, otros malencarados, unos con palos, otros con spray para grafitear lo que se encontraran a su paso, al llegar a la altura del flamante Senado de la república aventaron pintura a las paredes de la construcción orgullo del Poder Legislativo.
Asimismo aventaron cohetones a policías que resguardaban el recinto, y aunque no los lastimaron, el estruendo de los explosivos tensó la marcha, y los agentes poco a poco aumentaron su presencia.
Más adelante se sumaron más policías e incluso en Eje Central los granaderos se comenzaron a concentrar cerca de las paredes. Ahí le cerraron el paso a los anarquistas quienes emberrinchados la emprendieron contra un restaurante de comida rápida.
En tanto la parte de manifestantes que pudo llegar al contingente notó como los granaderos y policías se juntaban en distintos sitios.
En el Zócalo no hubo incidentes peligrosos, pero para evitar cualquier posibilidad el grupo de observación de derechos humanos, Marabunta, escoltó a jóvenes de la Universidad de Chilpancingo.
Los padres al concluir su mitin subieron a los cuatro camiones que los llevarían a Iguala, Guerrero. Lucían contentos por el tamaño de la marcha, la solidaridad que recibieron y prometieron volver el 2 de octubre.
Al final, el departamento de limpia del GDF retiró mil 450 pintas en Paseo de la Reforma hasta su cruce con Balderas así como 840 pegotes y 18 toneladas de basura.