Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Crece la tendencia de visualizar a las empresas como organismos vivos. Esta visión no es nueva. Aunque en los últimos años se considera un legado de oriente, las culturas precolombinas percibían la interconexión de todo lo existente en diferentes planos de realidad. Las organizaciones de todo tipo eran parte de la visión cosmogónica.
Ahora a cada grupo social, como un negocio, se le dota de personalidad, emociones que la rigen e incluso se le comienza a diagnosticar el estado físico de acuerdo al funcionamiento de sus centros energéticos.
Así, el primer chakra, identificado con el derecho a tener, en las empresas se ubica en el área de finanzas y su bloqueo implica la falta de liquidez. Activar esta energía se relaciona con concientizarse del momento presente. A las personas se les recomienda bailar para reactivar este centro. En las organizaciones el “bailar” se refiere a fluir con las tendencias de mercado y dar respuesta a las expectativas de los consumidores. Bailar es innovar en el mundo corporativo.
El segundo centro de energía se relaciona con el placer. Se ubica en el área de mercadotecnia de la empresa. Su bloqueo en la persona es el sufrimiento y organizacionalmente se presenta como desconocimiento de marca. Entre las principales acciones para destrabarlo se recomiendan actividades acuáticas (fluir, renovar) y sexuales. En la organización esto implica presentar verdadera pasión por lo que se hace y localizar a los públicos reales y potenciales para desde su óptica renovar las características de la marca.
Un tercer centro energético establece el derecho a hacer y su bloqueo se evidencia al no avanzar, actuar ni tomar decisiones. A nivel empresarial desorden en la producción y operación. Para destrabar este chakra en personas y empresas se recomienda salir de la rutina y correr. Esto es literal: debe reajustarse logística para generar veloces respuestas de mercado y evitar el fenómeno de anaqueles vacíos.
El cuarto centro de energía en las empresas está en el departamento de ventas. Concede el derecho a amar y su bloqueo determina una rotación inadecuada. A una persona con este problema se le dice que es incapaz de recibir amor y le “recetan” respirar, la acción más sencilla pero determinante de que se está vivo. Respirar es una acción de vida que en las empresas se refiere a interactuar con el mundo externo e interno: lo que mis clientes quieren, lo que yo puedo darles.
Un quinto chakra se ubica en la garganta en las personas. En el área de comunicación en la compañía. Se relaciona con la capacidad de decir. Al trabarse corporativamente se muestra cuando la misión, valores y visión aparecen difusos y no alineados. Cuando una persona tiene bloqueado este centro de energía le recomiendan cantar. A nivel empresarial requiere una estrategia de comunicación interna y externa.
El sexto centro de energía nos concede el derecho a ver. Lo representa el área de investigación de la compañía. Si no fluye correctamente se manifiesta como estancamiento en la mejora continua y falta de nuevos proyectos. Quien no logra visualizar, sea una persona moral o física, debe meditar.
Finalmente el séptimo centro de energía da el derecho a saber. Está en el área de desarrollo de las empresas. Su bloqueo se detecta por el estancamiento y productos y servicios obsoletos. Reactivar este centro de energía en las personas se logra al orar. En las empresas es revisar la planeación estratégica. Determinar cuáles competencias sirven para generar satisfactores con valores agregados a determinado mercado. Qué capacidades únicas podemos poner al servicio de los otros.
Así, bailar, correr, respirar, cantar, meditar y orar son las acciones que nos permiten regular nuestros centros de energía para ofrecer lo mejor de nosotros mismos a otros seres. Esto es en sentido real y figurado. La nueva red es persona-empresa-universo.