Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
El estrés es una sombra que crece en México. Es la angustia inadvertida, temor velado, zozobra. Es pesimismo, información sesgada, exacerbación de lo negativo.
El 40 por ciento de los trabajadores padece “estrés sombra” caracterizado por una aparente tolerancia a las situaciones amenazantes, difíciles o peligrosas que después desencadenan diversas enfermedades.
Algunos problemas asociados al estrés tolerado, aparente o sombra son dolores o contracturas musculares, migrañas y dolores de cabeza; presión alta o problemas del corazón, asma, incremento de los problemas de diabetes, problemas de la piel; colitis, úlcera, síndrome del intestino irritable, diarreas constantes, estreñimiento así como gripas constantes y depresión.
Medicina milenaria como la ayurvédica hindú, inclusive detecta que el 80 por ciento de todas las enfermedades están asociadas a altos grados de estrés pero ahora los problemas contra la salud se incrementan porque las personas suelen minimizar las primeras señales de ansiedad, preocupación o temor y al aumentar su tolerancia al estrés se incrementan también los efectos nocivos contra el organismo.
Alcanzar los objetivos financieros y cumplir objetivos empresariales representa el principal factor estresante en las compañías mexicanas, pero crímenes y violencia son factores que dispararon el estrés sombra y, por ende, sus repercusiones físicas y psicológicas.
No en vano, en los últimos seis años se presenta un interés empresarial ascendente en incorporar en sus firmas viajes como incentivos, congresos, convenciones y otras actividades de esparcimiento, pues después de un periodo lúdico y de relajamiento se presenta un rendimiento 25 por ciento superior al promedio.
Una de las “recetas” contra este estrés tolerado es incorporar el arte en casas habitación, oficinas, lugares de trabajo y espacios de esparcimiento, de acuerdo a Paul Achar, reelecto por unanimidad presidente de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (Somaap).
Para Achar el asistir a exposiciones de arte y pintura son acciones rápidas y convenientes para cambiar la percepción del entorno y favorecer creatividad, concentración y productividad en general.
Aunado a esto, el arte tiene positivas influencias en el sistema inmunológico y es un importante factor en el mantenimiento de la presión arterial, ritmo cardiaco y estabilidad en general.
Según el presidente de Somaap, se cuenta con diferentes estudios en los que los mejores ambientes laborales y con menores tasas de accidentes de trabajo y ausentismo, son aquellos en los que se cuenta con obra plástica.
“En lugares lúdicos se utiliza arte para incrementar el nivel de placer que se experimenta en hoteles, restaurantes, spas, salas de estética e incluso centros comerciales, pero ahora se incorpora ya en grandes metrópolis para minimizar la percepción de inseguridad. Y esto, que sería una acción cosmética, incide de manera significativa en que los habitantes se sientan más tranquilos y experimenten menor nivel de estrés”, asegura Achar.
El arte representa una “vuelta a la hoja” en sociedades donde las noticias de crímenes de alto impacto social se imponen en los programas de radio y televisión y ganan espacios en Internet, revistas y diarios. Hay que generar una oportunidad de “ver diferente”.