Escenario político
Cuando eres feliz
Las personas felices representan hasta 88% más de productividad respecto a quienes no lo son. Este positivo impacto que genera círculos virtuosos se cuantifica por las aportaciones que realiza un trabajador feliz que presenta 64% más toma de decisiones, 33% de aportaciones en mejoras e innovación y 27% más alto en mediciones de desempeño.
Esto puede ejemplificarse con el número de accidentes de trabajo que presenta una organización feliz respecto a una que no lo es, la cual aumenta sus siniestros hasta en 300% respecto a las organizaciones que tienen colaboradores felices.
La gente feliz presenta mayor energía y dinamismo que deriva en mayor eficiencia y productividad. Además, son las que mejor se adaptan al trabajo en equipo.
La creatividad está intrínsecamente relacionada con el grado de felicidad en el trabajo. El mayor número de patentes se presenta en las organizaciones con mayor grado de satisfacción laboral y este factor también se descubre en las mejores adaptaciones al cambio.
En sí, un trabajador feliz soluciona problemas, no los crea. Idea nuevas formas de mejorar continuamente y sus compañeros se sienten bien de trabajar con él.
La felicidad laboral está relacionada con las siguientes percepciones:
1. Disfruta con lo que hace.
2. Hace un buen trabajo y se siente orgulloso de ello.
3. Trabaja con gente amable.
4. Sabe que lo que hace es importante.
5. Se le reconoce por el trabajo hecho.
6. Toma responsabilidades.
7. Se siente motivado y con energía.
8. Siente que se le admira.
Así pues, las empresas que buscan que sus trabajadores se sientan felices establecen ambientes laborales con las siguientes características:
a) Relaciones personales positivas.
b) Cierto grado de control y autonomía.
c) Apoyo y consideración del supervisor.
d) Oportunidades de ocio y recuperación.
e) Reconocimiento de los logros obtenidos.
f) Carga de trabajo manejable y con objetivos definidos.
g) Equilibrio entre la vida personal y laboral.
h) Impulsar la proactividad.
i) Oportunidad de que se realicen tareas variadas y se brinden oportunidades.
j) Incentivar la expresión de emociones positivas.
Aunque la remuneración equitativa es crucial para los trabajadores mexicanos, la felicidad laboral depende de muchos otros factores que podrían resumirse en la consideración y el respeto.
A nivel mundial México se ubica como una de las naciones más positivas a nivel mundial y los dos factores de felicidad son amor (familia) y trabajo. En 54.8% de las empresas mexicanas prevalecen emociones positivas, 10.28% son neutras y en el 34.87% resultan negativas de acuerdo a un análisis.
De acuerdo a un proceso de observación, cuestionamientos y experimentación, se determinan las emociones dominantes en las organizaciones.
En algunas predomina alegría, pasión y poder e incluso libertad, amor y agradecimiento. En este tipo de compañías el liderazgo es autosuficiente, adaptable y encantador. Ejemplo de estas empresas son la mexicana Bimbo, Google y trasnacionales como Hershey´s.
De forma simultánea, en otras prevalece la depresión, inseguridad e impotencia. En estas compañías el liderazgo es controlador y decisivo. Aquí están muchas empresas de seguridad privada.
Aunque no es posible generalizar, se ve que el área geográfica, giro empresarial, estructura de la organización, competencia y otros factores sí marcan ciertas pautas sobre el tipo de emociones que predominan en las compañías del país.
De manera simplista podemos decir que en la frontera norte existe mayor negatividad que en el sur del país, lo cual indica que el nivel de violencia sí afecta el quehacer empresarial. También se observa que en empresas de seguridad y salud, por ejemplo, hay menos optimismo y prevalece la depresión.
Las compañías donde conviven personas de diferentes edades, razas, ideologías y creencias, presentan emociones más positivas que aquellas firmas que segregan.
Por profesiones o áreas empresariales también es posible determinar que mercadotecnia, ventas, publicidad agrupan emociones más positivas respecto a operaciones o logística, y un sector que presenta gran optimismo en el país son las tecnologías de información, sistemas e ingenierías en general, mientras las ramas de educación, derecho, impartición de justicia y magisterio tienen altos grados de depresión.
Escritora y periodista