Libros de ayer y hoy
México, ¿en una cloaca de corrupción?
· Ebrard – Línea 12 -, en la mira de Murillo Karam
· Los conflictos de intereses, en manos de la SFP
La corrupción anegó e infestó ayer los centros de poder: Cámara de Diputados, Los Pinos. Higa, Línea 12, Marcelo Ebrard Cassaubón, fétidos calderos que enloquecieron el chip de mi Smartphone.
Pero en el fondo, muy abiertamente, lo que ocurrió es que fue declarada la guerre des guerres electoral.
Estalló la guerra sucia por el Gobierno del Distrito Federal, por sus delegaciones políticas, por su asamblea legislativa.
Los del PRD, por mantenerse en el poder en la capital de la república; los del PRI, por socavarlo y sacarlo a patadas del antiguo palacio del ayuntamiento.
Abrió fuego en la cámara de San Lázaro el líder de la mayoría, Manlio Fabio, Don Beltrones, quien desde el atril del llamado “Chacalódromo”, ubicado en el lobi, advirtió que “es inadmisible que se hayan gastado 45 mil millones de pesos, que existan tirados 45 mil millones de pesos en la construcción de esa Línea 12 del Metro y que por los mismos nadie rinda cuenta”.
Se refería el priísta a que momentos después el pleno de la cámara abordaría el informe de la comisión especial (de la cámara de diputados) Línea 12 y, desde la tribuna, se ofrecería a la Procuraduría General de la república la cabeza del presuntamente corrupto ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard Cassaubón, quien permaneció todo el tiempo en el cubículo de Malú Micher, del PRD, intentando presentarse ante los diputados para defenderse.
El ex jefe de gobierno daría, al final de la sesión del pleno, unas breves declaraciones de banqueta, en el mismo lobi, sólo que no en el púlpito del chacalódromo, para advertir que el informe de la Línea 12 de la cámara de diputados implicaba una persecución política.
Pero en la tribuna del pleno, el lector del informe enfatizó, de acuerdo con su lectura, que los altos funcionarios responsables de la construcción de la Línea 12, encabezados por Ebrard Cassaubón, tendrán que responder a una investigación del ministerio público federal que comanda Chucho Murillo Karam.
La guerra se armó en el pleno, pues diputados de las bancadas de la izquierda, entre las que destacaron los representantes del lopezobradorista partido Morena, no se quedaron cruzados de brazos y arremetieron en contra de la comisión y acusaron al PRI y al PAN de parciales, y de que juzgaban a Ebrard sin darle oportunidad de defenderse.
Al final, Marco Antonio Calzada, priísta presidente de la comisión, planteó la posibilidad de invitar al ex gobernante para platicar el venidero viernes a eso de las cinco de la tarde, pero hasta el momento no había ninguna invitación formalizada.
En el frente del poder de los poderes, la casa presidencial, Peña Nieto invitó a los periodistas a darles, alrededor del medio día, un mensaje que resultó el anunció del nombramiento de un secretario de la función pública, en la persona de Virgilio Andrade Martínez, decisión con la que se manifestó en desacuerdo Ricardo Anaya, coordinador de la fracción panista en la cámara, pues en su opinión el titular de la función pública, para que fuera verdaderamente imparcial, tendría que ser avalado por el Senado en pleno.
Pero en Los Pinos, y ante los televidentes de dos canales, reafirmando su “absoluto compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas”, Peña Nieto informó que solicitó a la Secretaría de la Función Pública (ya en manos de Andrade Martínez) “que investigue y resuelva si hubo o no conflicto de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias Federales a las empresas que celebraron compra-ventas de inmuebles con mi esposa, con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con un servidor”.
Sin embargo, el dirigente panista, Ricardo Anaya, aseguró: si el secretario de la Función Pública es empleado de Peña Nieto, por necesidad tendrá que ser parcial a favor de su jefe.
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