Teléfono rojo/José Ureña
Con capital extraño, Pemex “productivo”
Ufano, Manlio Fabio Beltrones Rivera, dirigente de la mayoría en la cámara de diputados, lo advirtió claramente: “Estamos ya en un momento en el cual la modernización, en todos los conceptos que ha planteado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, va a cristalizar en una Reforma Energética.”
Y claro, la Comisión Permanente del Congreso dio luz verde este miércoles para que el pleno del Senado se aboque a la aprobación de los cuatro paquetes de dictámenes de las leyes reglamentarias de la reforma, muy a pesar de las bancadas del PRD y del PT, que se retiraron en la víspera de la discusión en las comisiones unidas de estudios legislativos y de energía.
Y ni tardos ni perezosos, los senadores oficialistas (PRI, PAN, Verde y Nueva Alianza) aprobaron los dictámenes con 250 reservas a modo de los albicelestes. Reservas que no detendrán la aprobación del paquete.
La Comisión Permanente convocó al Senado a un periodo extraordinario, a inaugurarse este jueves 17 de julio y que se extenderá inclusive al próximo lunes, ya que el paquete de reformas y reglamentos legales es muy abultado.
Después de largos días, semanas, meses, los legisladores de ambas cámaras están arribando a la culminación de este proceso, dijo satisfecho Beltrones Rivera, quien como dirigente del grupo legislativo del PRI en la Cámara de Diputados manifestó que estará muy atento para que, en el caso que esta misma semana el Senado apruebe las minutas, la próxima semana los diputados estén en condiciones de solicitar también un periodo extraordinario para la Cámara de Diputados, a fin de desahogar la documentación que le envíe el Senado, además de las iniciativas que los diputados tienen en las manos, que son principalmente de relacionadas con las obligaciones fiscales y de ingresos y egresos de Pemex y la CFE.
Durante la extraordinaria del Senado, priístas y panistas no tendrán oponente enfrente, pues perredistas y petistas, si es que presentan reservas a los articulados de las leyes, se dedicarán, como lo hacen siempre, a la denuncia testimonial en la tribuna. Sólo para que quede constancia en el diario de los debates. Imposible que los cuerpos de seguridad dejen pasar a los grupos inconformes en las calles aledañas al Senado.
El camino, pues, está allanado para darle constitucionalmente una nueva naturaleza y un nuevo rostro a las empresas productoras de energía, ahora en manos del gobierno. A medias, pero en manos del Estado.
De acuerdo con las nuevas leyes, cinco son los más trascendentes cambios en la legislación: el contenido de los contratos de la industria subirá de 25 a 35 por ciento en 10 años; se elimina el término expropiación para tenedores de tierras en donde haya petróleo (se cambia “expropiación petrolera” por “ocupaciones temporales” (¿) y los dueños de la tierra pasarán a ser “socios” de la empresa…?); se crea el Consejo de Coordinación del Sector Energético para tener más control sobre reguladores; se adelanta a 2016 la entrada de gasolinerías de otras marcas. Y la CFE y Pemex estarán sujetas a la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas.
Todo el contexto con el sello panista. Y la izquierda se quedó fuera como siempre, como ha ocurrido con todas las reformas que presentó el presidente Peña Nieto. Los perredistas se ilusionaron con el presidente en el Pacto por México, pero fue mayor su miedo a que López Obrador les arrebatara banderas. Y se quedaron sin chicha ni limonada. Los del PT inclusive corren el riesgo de que en las próximas elecciones federales no alcancen el 3 por ciento de votos y pierdan el registro. El Movimiento Ciudadano de Dante Delgado está perdido. Vendrá fuerte, quiéranlo o no sus adversarios, el Movimiento de Regeneración Nacional, con toda la desbandada de la actual izquierda. Qué tanta gente del PRD se irá con el tabasqueño.
Y así nadie podrá alegar legalmente en contra de la aprobación de la reforma energética. Si podrá haber manifestaciones callejeras. Pero estas sólo sirven para alebrestar a la gente. Y ya se frotan las manos grandes pulpos extranjeros para entrar por la puerta grande de la Torre de Pemex. Por lo pronto, el hombre más rico del mundo, ya lo anunció: voy por el petróleo, dijo Carlos Slim Helu.
@AFDiario @analisisafondo