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CHILPANCINGO, Gro., 9 de agosto de 2014.- Pobladores del ejido de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, anunciaron el desalojo de al menos tres comunidades, ante los abusos del Ejército Mexicano.
El 29 de julio, un grupo del Ejército presuntamente sembró armamento, torturó y detuvo a cuatro hombres en el Ídolo, poblado perteneciente al ejido de Zihuaquio.
Los militares presuntamente detuvieron y torturaron a Franco Contreras Romero, Salvador Vejar Salamanca, Sergio Villanueva Gaona y Caleb Campos Ríos, éste último fue liberado tras presentarse como comisario municipal.
Vía Facebook, el coordinador del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig), Rigoberto Acosta González, anunció el éxodo de tres comunidades.
Textualmente escribió: «Hace algunas horas bajé de la Sierra de Guerrero; visité el Ejido de Zihuaquio, El Ídolo, la Palma y El Lindero. Allí pude hablar con los familiares de Salvador Vejar, Sergio Villanueva y Franco Contreras, quienes fueron detenidos por el Ejército Mexicano del 34 Batallón con sede en Ciudad Altamirano (les fueron sembrados dos R15 y un AK47), fueron torturados con gas pimienta, golpes y agua por la nariz y bolsa de plástico en la cabeza para asfixiarlos».
En su publicación, también anuncia el desalojo de los pueblos de la sierra, ante los supuestos abusos cometidos por el Ejército.
Indica: «En el rostro la gente muestra angustia y temor, el Ejército sigue allí… También hay decisión de emprender la lucha por hacerse escuchar, en las próximas horas las comunidades han decidido movilizarse y realizar el éxodo masivo a Coyuca de Catalán o bien a Ixtapa-Zihuatanejo».
A través de la red social, el dirigente del Cresig criticó el nulo seguimiento de las autoridades ante esta denuncia de abusos, tortura y detenciones arbitrarias.
En su publicación escribió textualmente: «El gobierno del estado hasta ahora ha hecho oídos sordos, la propia Coddehum Guerrero (Comisión de Defensa de los Derechos Humanos), a pesar de recibir la queja desde el sábado pasado, no ha intervenido).
Seguiremos la vía legal para la defensa y demostrar la inocencia de nuestros amigos y paisanos. Pedimos la solidaridad de la sociedad guerrerense. Decimos sí a la presencia del Ejército en la región sierra, pero para que combata la siembra de estupefacientes, la delincuencia, no para que atropelle a ciudadanos de bien».