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MÉXICO, DF, a 15 de octubre de 2014.- La violencia apareció frente a las oficinas de la Procuraduría General de la República en una protesta estudiantil que lucía ser pacífica durante la exigencia para que aparezcan los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, de quienes no se sabe desde la madrugada del 27 de septiembre pasado.
Por poco más de una hora, jóvenes encapuchados arremetieron con piedras, palos, botes de basura, pintura, comida y hasta cascos a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para demostrar su inconformidad ante los hechos de violencia que se viven en el Estado de Guerrero.
Minutos antes de las 18:00 horas, al menos 20 embozados comenzaron la agresión a los ventanales de la entrada principal del recinto federal –ubicado sobre Paseo de la Reforma– al momento en que se leía el pronunciamiento oficial de las peticiones para las autoridades sobre el caso de los normalistas.
Durante la manifestación, la marcha que la precedió y los actos de vandalismo no hubo un solo elemento policiaco cercano a los hechos. Se limitaron a realizar cortes de vialidad sobre avenida Paseo de la Reforma y calles aledañas.
“Esto va arder, no es comparable una ventana rota con la pérdida de una vida humana, más si se trata de un estudiante que busca la libertad de ideas”, era la excusa de los violentos manifestantes para arrojar piedras sin medir la seguridad de los asistentes, cerca de 300.
Ante estos actos vandálicos, algunos de los estudiantes que buscaban ser recibidos por el procurador, Jesús Murillo Karam, se retiraron del lugar para evitar ser lesionados. De manera inmediata desmontaron su templete y se fueron.
Los protestantes radicales rompieron losetas del inmobiliario urbano de Paseo de la Reforma para tener proyectiles que fueron utilizados para romper varios cristales. También lanzaron botes de basura e incendiaron mantas donde se plasmaron los rostros de algunos de los normalistas desaparecidos.
Enardecidos por la furia, sus ataques verbales se dirigieron hacia los representantes de la prensa, a quienes tacharon de amarillistas y los confrontaron cara a cara por, según ellos, “no concentrarse en la verdadera nota y sólo informar de los destrozos” en el edificio federal.
Durante los ataques no se presentaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) para esparcir a los encapuchados que buscaban seguir con sus desmanes.
II
Sin embargo no todo fue acaparado por la violencia. Y es que a eso de las 17:00 horas, una veintena de jóvenes estudiantes de distintas universidades públicas y privadas, quienes con movimientos torpes pero con entusiasmo y solidaridad plena con familiares de los jóvenes de Ayotzinapa, colocaron un templete al lado de la PGR, en donde leyeron un documento en el que expusieron sus demandas.
«Tal pareciera que para el Estado mexicano, lo que hay que encontrar son fosas repletas de cadáveres y no a nuestros compañeros vivos. Por lo anterior y desde esta tribuna exigimos que el Poder Judicial cumpla con su deber y se encargue del enjuiciamiento de los autores materiales e intelectuales», sentenció Atzelvi Hernández, del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior, (MAES)
Y dejó en claro que no aceptarán «que los hechos se atribuyan al crimen organizado», remarcó.
Javier Espinoza, del Programa de Interculturalidad de la Universidad Iberoamericana, dirigió un sentido mensaje los padres y madres de los estudiantes de la Normal Rural de Guerrero, desaparecidos.
«Les decimos que su dolor también es nuestro dolor y que su lucha también es nuestra lucha».
En ese sentido y frente a estudiantes de las universidades Iberoamericana, ITAM, Autónoma Metropolitana, UNAM, Y ENAH, se informó que el próximo 22 de octubre se convocará a una siguiente manifestación.
«Volveremos a salir a las calles seguiremos sumando voces al silencio que nos ha dejado la ausencia de nuestros compañeros. Hoy todos somos Ayotzinapa, nos sentimos heridos en nuestros corazones por la violencia», expresó el estudiante de la IBERO.
III
Ya después de haber lanzado pintura, y objetos diversos sobre la fachada de la PGR, como a eso de las 19:30 horas cuando el contingente inconforme abandonó las inmediaciones de la PGR para dirigirse a hacía avenida Insurgentes, lo que generó caos en la zona por cerca de 20 minutos en la zona.
Policías de tránsito, al ser tomados por sorpresa por este grupo cercano a los 100 inconformes intentado apaciguar el tráfico, sin embargo sus esfuerzos fueron nulos cuando estos decidieron tomar Insurgentes con dirección al sur y transitar caminando hasta el Metro Insurgentes.
Esto provocó que cientos de personas en sus automóviles se quedarán varados sobre distintas calles aledañas. En tanto, las personas que esperaban el Metrobús observaban al contingente, y uno que otro les aplaudía mientras que éstos no cesaban en el estribillo: «vivos se los llevaron, vivos los queremos».
Minutos más tarde, los jóvenes ingresaron al Metro Insurgentes donde permitieron que cientos de usuarios ingresarán a este transporte público y no pagarán por este servicio.
«Por arriba, por abajo, que se vaya al carajo», así como «metro popular» fueron varias de las consignas lanzadas, previas a que los inconformes comenzaran a disiparse en esta línea rosa del Metro.