Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
OAXACA, Oax., 1 de julio de 2015.- El alcalde de San Pedro Huamelula, municipio perteneciente al Distrito de Tehuantepec, Joel Vásquez Rojas, se casó con la princesa lagarto Huave cumpliendo con el ritual de fertilidad y la armonización de la naturaleza con el ser humano que cada año celebra el pueblo Chontal. La princesa lagarto es un reptil que representa a San Mateo del Mar, que cada año es ofrecida en matrimonio al señor principal del pueblo Chontal de San Pedro Huamelula, el alcalde. Previo a la boda, ‘La niña princesa’ como también se le conoce, es bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol por los ancianos principales. «Se le despojó de toda bestialidad», explica Flor de Liz Aquino Hernández, regidora de Desarrollo Social y Ecología del ayuntamiento, responsable de conseguir el ejemplar de un año y medio en la comunidad de La Ventosa, agencia de Juchitán en la región del Istmo. A la niña lagarto la pasean por el pueblo, baila con los habitantes al ritmo de alegres piezas musicales, es la invitada de honor que cierra las fiestas patronales de San Pedro Apóstol en Huamelula, municipio ubicado en los límites entre la Costa y el Istmo de Tehuantepec. Los bailes y representaciones teatrales comienzan el primer día de fiesta, 23 de junio, y concluyen el día 30. Mientras la princesa visita los hogares, los 5 grupos dancísticos: Mulyatas (mulatas) representados actualmente por homosexuales que se visten con el traje de las Chontales; Muljú (negros); Pichilinguis (turcos); Guapis (huaves o mareños); y Caballeros (guardianes) también recorren el pueblo bailando. Después de dos horas de recorrido, la princesa regresa a la casa de los padrinos, donde le quitan el vestido azul y le colocan el traje blanco de novia. El ritual de boda se realiza en el interior del palacio municipal frente a los integrantes del cabildo. La boda se sella con un beso del edil a la princesa. Para concluir la ceremonia, el presidente municipal baila un son en la explanada, frente al pueblo para cumplir un año más con esta centenaria celebración. La boda entre la princesa lagarto y el presidente municipal es una relación simbólica entre el hombre y la naturaleza, una ceremonia de fertilidad ante la proximidad de las lluvias, explicó el alcalde Joel Vásquez Rojas.