Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, D.F., 7 de septiembre de 2014.- Con la creación de un centro cultural del Fondo de Cultura Económica (FCE) en Apatzingán, Michoacán, se busca poner a los libros y la lectura como “un mecanismo que abra otros horizontes” y que fortalezca la convivencia social y la confianza entre las personas en una comunidad donde esos vínculos estaban muy lastimados, afirmó Socorro Venegas, subgerente de Obras para Niños y Jóvenes del FCE.
“Recomponer el tejido social significa volver a confiar y conocer a tu vecino, tu compañero de trabajo, tu amigo”, sostuvo en entrevista con Quadratín México la responsable del proyecto que inició la editorial en esa localidad michoacana.
En junio pasado un equipo del FCE se sumó con un programa cultural de verano a las actividades de la Casa de Cultura municipal, donde luego de realizar un diagnóstico junto con los talleristas de ese espacio detectaron que no había ofertas relacionadas con libros y cultura escrita.
Entonces “armamos un proyecto de fomento a la lectura para distintos públicos y edades”, el cual tuvo una buena respuesta por parte de la población.
El equipo de la editorial mexicana realiza un trabajo intenso a partir del nombre del lugar -Apatzingán de la Constitución- como un instrumento de revaloración del pasado histórico.
Se trata, dijo Venegas, de destacar una identidad comunitaria “que tiene una historia de la cual se pueden sentir orgullosos, que no los definen los hechos de violencia recientes; tienen otros valores por los cuales sentir orgullo y eso es importante para la autoestima de la comunidad”.
Por ejemplo, en un taller de autorretrato, los niños se dibujan a sí mismos en un azulejo. Los azulejos de 500 niños de Apatzingán van a estar colocados en un muro del nuevo centro cultural –se trabaja en la readaptación arquitectónica del espacio- “como una manera de decir que lo construimos juntos, que ellos aportaron”.
Otro proyecto consiste en poner las huellas de niños, ancianos y demás personas de la propia comunidad en la fuente del centro cultural, como un acto refundacional.
Se eligió ese municipio porque era “una apuesta urgente”, en función de la violencia que ha golpeado al lugar y a propuesta de las autoridades federales, como el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor.
“No sólo hemos impartido talleres en Apatzingán; el sustento es la creación de un modelo de gestión cultural donde promovemos cultura de paz, intervienen los tres órdenes de gobierno y trabajamos estrechamente con la comunidad para construir este proyecto”, aseveró la funcionaria del FCE.
Desde luego, agregó, al tener un modelo se puede replicar y llevar a otras comunidades y estamos abiertos a llevarlo donde haga falta.
En el futuro inmediato, el concepto llamado Estación de Lectura –como si fuera la estación de un tren- llegará también al Pasaje Zócalo-Pino Suárez, adelantó.