
Listo, proyecto de Ley General sobre Derechos de Pueblos Indígenas: INPI
MÉXICO, DF, 10 de abril de 2015.- Con el argumento de fortalecer la productividad y la competitividad de la economía nacional, la diputada del PRI, Adriana Fuentes Téllez propuso poner fin a los puentes vacacionales del primer lunes de febrero en conmemoración del 5 de febrero, el tercer lunes de marzo en conmemoración del 21 de marzo, y el tercer lunes de noviembre en conmemoración del 20 de noviembre.
El 17 de enero de 2006 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, bajo el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, a esto, la priísta señaló que los días de asueto obligado no fueron diseñados de origen para vacacionar y beneficiar a las empresas del sector turístico.
“Si bien ha significado una amplia derrama económica, debe atenderse a los objetivos económicos planteados en todos los sectores de la producción”, explicó Fuentes Téllez.
Indicó que no se han cubierto con certeza las expectativas u objetivos por los cuales fue fundamentado estos fines de semana largos, los cuales pretendían fomentar la convivencia familiar, así como activar el turismo interno.
En nada ha contribuido a la cultura laboral este valor recreativo, por el contrario se ve deteriorada, así como tampoco ha elevado el significado cívico por estas conmemoraciones, justificó.
La iniciativa presentada por la legisladora del PRI reforma al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, para realizar los cambios mencionados. También se incluyen el 1o. de mayo; el 16 de septiembre; el tercer lunes de noviembre en conmemoración del 20 de noviembre.
Además, el 1o. de diciembre de cada seis años, cuando corresponda a la transmisión del Poder Ejecutivo Federal; el 25 de diciembre; y el que determinen las leyes federales y locales electorales, en el caso de elecciones ordinarias, para efectuar la jornada electoral.
Fuentes Téllez concluyó que el Estado mexicano debe fortalecer la cultura cívica, la responsabilidad ante las obligaciones en el empleo y reivindicar los valores de conducta que generen la reestructuración del tejido laboral y económico-productivo, por lo que se pronunció por poner fin al puentismo, “que más bien parecen viaductos”.