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MÉXICO, DF, 27 de diciembre de 2014.- Maricela Contreras Julián, delegada en Tlalpan, informó que en los pueblos de San Miguel y Santo Tomás Ajusco, actualmente se desarrollan al menos 35 proyectos de construcción de granjas avícolas para la producción de huevo orgánico, encabezados principalmente por mujeres, que permitirán incrementar la obtención de este alimento para consumo familiar y fortalecer la economía local.
Mediante un comunicado se detalló que con la entrega de recursos de los programas para el fomento de las actividades agropecuarias, se podrá incrementar la producción de huevo en la zona del Ajusco, pues, además de aprovechar este producto de la canasta básica para el consumo familiar, el excedente obtenido podrá ser comercializado en la zona a precios por debajo del mercado.
“Para esta administración es muy importante proteger el suelo de conservación que existe en Tlalpan porque es una de las delegaciones con mayor actividad agropecuaria y con el fomento de las actividades económicas propias del campo, además de cuidar la tierra de siembra, se fortalece la economía de las familias”, abundó.
El pasado mes de septiembre, la Delegación Tlalpan inició la entrega de recursos para el desarrollo de los 108 proyectos agropecuarios autosustentables que se aplicarán en la zona rural de la demarcación, de los cuales 35 fueron para la producción de huevo orgánico.
Del total de los proyectos destinados para este fin, el 91 por ciento fueron presentados por mujeres trabajadoras del campo para poder incrementar los ingresos familiares y mejorar las condiciones de sus granjas.
Maricela Contreras, explicó que la mayoría de las mujeres que presentaron su proyecto, ya tienen conocimiento en la producción de huevo con gallinas de traspatio, sin embargo, la producción de huevos únicamente estaban destinados para el consumo familiar.
Con los recursos, que en total ascienden a más de 2 millones de pesos, se podrán construir módulos de producción, adquirir gallinas, así como todos los insumos necesarios para su crianza y óptima producción.
“El problema era que por no contar con las condiciones adecuadas, las familias que tenían gallinas en sus terrenos no producían huevos en gran cantidad, por lo que únicamente eran utilizados para el consumo de sus familias”, comentó la delegada.