El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Quisieron jugar con un tema que es realmente serio y pensaron que no habría consecuencias. En ellos se sumaron la ambición y la ingenuidad. Kate del Castillo se la creyó y pensó que realmente era “La Reina del Sur” o tuvo la impresión de que podría hacer negocios con Joaquín “El Chapo” Guzmán y salir indemne.
Sean Penn, por su parte, quizá creyó que sería una experiencia que todos le envidiarían en Hollywood, a pesar de que en esa hoguera de las vanidades se puede conocer a los más ricos y famosos. Tal vez inclusive llegó a creer que podría convencer a Francis Ford Coppola, el realizador de “El Padrino” para hacer una nueva saga sobre “El Chapo”.
Lo cierto es que los engañaron como a escolapios. Pensar que al Chapo podrían engatusarlo y burlar fácilmente el cerco tendido conjuntamente por el gobierno mexicano y la DEA, fue resultado de un exceso de confianza y hasta una muestra de profunda estupidez.
El resultado fue que Guzmán Loera no otorgó una verdadera entrevista. En todo caso, sólo aceptó una primera reunión preliminar en un balneario de la sierra sinaloense, y luego, para calmar las ansias reporteriles de Penn, le envío un video con declaraciones totalmente controladas, sin posibilidad de repreguntas y respondiendo sólo lo que quiso. Quizá Penn hizo una exclusiva para la revista Rolling Stone -sobre todo por lo enigmático y poderoso del personaje-, pero la entrevista en sí, como documento periodístico, es todo un fiasco.
En cuanto a Kate del Castillo, tal vez lo único que “El Chapo” quería era conquistarla, imaginándola como el personaje que ella interpretó en “La Reina del Sur”, de la novela de Arturo Pérez-Reverte. Pero si le dio alguna ayuda para financiar su marca de tequila “Honor del Castillo”, realmente la metió en severos problemas, porque entonces ella no podrá salir indemne de los señalamientos como encubridora y/o cómplice de lavado de dinero del narcotraficante. Si llegó a recibir un solo dólar o peso para su proyecto tequilero, quizá entonces sí vendrán tiempos muy difíciles para ella.
El problema es que podría enfrentar tanto el peso de la ley en México como en Estados Unidos, pues como se sabe vive en Los Ángeles y es ciudadana estadounidense. Inclusive existe la sospecha de que el propio gobierno estadounidense decidió otorgarle la nacionalidad, cuando sabían que estaba contactando “El Chapo”, porque así podría proceder más fácilmente en su contra y tener bajo su control la posible recaptura de Joaquín Guzmán Loera.
La propia Procuradora General de la República, Arely Gómez, dijo que Kate del Castillo podría declarar ante el consulado mexicano en Los Angeles. La falta total de sensibilidad y de conciencia de los terrenos que estaba pisando lo demuestran sus propias comunicaciones a través de las redes sociales, en las cuales ella ha alardeado sobre su situación, negando que el caso la tenga “estresada”.
El diario “El Universal” publicó este lunes un fragmento de la conversación de la actriz con el abogado de “El Chapo”, Andrés Granados Flores, el 15 de abril pasado, en la cual la actriz dijo que “sería divino” que el capo participara en su negocio para producir el tequila.
No se necesitan dos dedos de frente para conocer que una cosa era hacer una entrevista o proponerle una película al “Jefe de Jefes” y otra muy diferente pedirle apoyo financiero para hacer un tequila o filmar la propia cinta.
Algunos de sus colegas, como el cómico Eugenio Derbez, afirmaron que Kate del Castillo estuvo mal asesorada y que no fue buena idea ir hasta las montañas sinaloenses a entrevistarse con el famoso narcotraficante. Sin embargo, reconoció que ella es una mujer “con muchos pantalones”, aunque también a ese tipo de personas las alcanza la justicia cuando violan la ley. Derbez dijo apreciarla mucho y dolerle bastante que “la estén ensuciando”.
Sin embargo parece ser que una cosa es que otros te ensucien y otra muy diferente que te metas al lodazal.
Ahora hasta en el Senado mexicano se han alzado las voces para investigar los nexos de Kate del Castillo -quien además presume de poseer una lujosa mansión valuada en 45 millones de pesos, en el exclusivo barrio de Brentwood, California-, con Joaquín “El Chapo” Guzmán.
MÁS ALLÁ DEL SIMPLE GUIÓN DE UNA PELÍCULA
El presidente de la Mesa Directiva, el panista Roberto Gil, señaló que existen indicios para pensar que los vínculos entre Del Castillo y el capo pudieron ir más allá de la simple realización de una película.
“Es absolutamente incuestionable que la PGR tiene que investigar a la señora Kate del Castillo y determinar con total pulcritud cuál fue su participación en el entorno de negocios y de la actividad criminal de Guzmán Loera”, dijo el legislador.
Gil reconoció que los mensajes que se cruzaron ambos personajes y que se dieron a conocer a través de algunos medios de prensa, revelan que la relación que sostenían iba más allá de un simple guión cinematográfico.
Por ahora, la PGR ha decidido llamar a Kate como “testigo” pero no se descarta lo haga luego como “indiciada”.
El jefe de la bancada perredista en el Senado Miguel Barbosa también se pronunció a favor de que se aclare la relación entre la actriz y el hombre que logró fugarse en 2 ocasiones de una cárcel de alta seguridad y que puso en ridículo al gobierno mexicano con su escapatoria.
“Me pronuncio para que se determine perfectamente, de manera escrupulosa, la responsabilidad de Kate del Castillo y si la encuentran responsable por alguna vinculación comercial económica, de beneficio, de operación, se pueden medir como sancionables a partir de cuánto dinero hubo de por medio”, dijo Barbosa.
Podría argumentarse que si se compara el negocio de la actriz con los que para lavar los millonarios montos que seguramente han realizado bajo el agua muchos empresarios de México y el extranjero con “El Chapo” Guzmán, el caso de Kate del Castillo para producir un filme o financiar su tequila, sería acaso un juego de niños. Sin embargo, aquí el tema es que la negociación se hizo pública.
Ahora también es verdad que el gobierno está capitalizando el tema para lavar su imagen, seriamente deteriorada tras la fuga el 11 de julio pasado de Joaquín Guzmán Loera.
No obstante, también es verdad que los mexicanos quieren que la ley actúe por igual cuando se trata de una persona común o bien del calibre de esta actriz, porque en teoría todos somos iguales ante la ley.
La página oficial del tequila que promueve Kate del Castillo -y que por cierto todavía ni siquiera se envasa ni llega a las vinaterías-, revela que el proyecto nació en 2015 en homenaje al actor Erik del Castillo, padre de la actriz, a quien esta considera “su héroe”.
Para ello, Del Castillo creó la empresa Tequila Honor LLC, con sede en Delaware, Estados Unidos, de la cual se ignora si hay otros socios.
El abogado a cargo de registrar la marca de la actriz ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) fue Xavier García, representante del despacho Gardhí Vila ubicado en Guadalajara, Jalisco.
Manuel Vila, director general del bufete, dijo que el registro del producto fue hecho paralelamente por Méndez y él no tiene relación con su despacho y agregó que a mediados de 2015 el abogado fue separado de la firma “por manejos indebidos” y actualmente existe una demanda en su contra.
En fin, esta será una telenovela todavía más interesante que “La Reina del Sur”, u otras en que haya participado en el “Canal de las Estrellas”. Quizá la actriz finalmente no sea sancionada -aunque las evidencias públicas supondrían lo contrario-, pero el “affaire” demuestra que a veces la frivolidad de algunas figuras de la farándula las hace perder el piso.
Su infinito ego y desmedido afán de popularidad y ambición por el dinero, los lleva a vincularse con personajes de toda laya.
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