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Escenario político
Loable que Peña asista a cumbre de drogas
El presidente Enrique Peña Nieto por fin fue sensible a los reclamos de organizaciones civiles y de la “comentocracia” y decidió dar marcha atrás a su negativa a asistir a la Cumbre contra las Drogas de las Naciones Unidas, donde se prevé que se adopten acciones específicas sobre la despenalización de algunos estupefacientes.
La Presidencia de la República informó la semana pasada que Peña pretende “exponer personalmente” la postura oficial de México en esa reunión, convocada por México, Colombia y Guatemala. En días pasados, durante su visita oficial a Dinamarca, el mandatario había anunciado que la presentación de la posición de México estaría a cargo de la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, argumentando que él tenía problemas de agenda debido a su viaje a Europa.
El jueves próximo Peña Nieto tiene previsto encabezar en la Ciudad de México la presentación de las disposiciones derivadas de los foros de Debate Nacional sobre el Uso de la Mariguana celebrados en todo el país, convocados por el propio jefe del Ejecutivo en noviembre del año pasado. La negativa de Peña a asistir a la Asamblea General de la ONU sobre las drogas iniciada este lunes en Nueva York, le había acarreado numerosas críticas.
Algunos analistas consideraron “inexplicable” y “desconcertante” que Peña se desentendiera de esta cita clave, cuando México ha venido cambiando su posición respecto al tema del uso de la mariguana e inclusive se habla de la “inminencia” de una iniciativa al Congreso para despenalizar el uso de la droga con fines terapéuticos.
Los comentaristas y expertos estimaron que la reticencia de Peña a viajar a Nueva York para este foro se debía a que México no tenía todavía “una posición definida” sobre el tema y el mandatario se negaba a asumir el costo de esta ambigüedad.
En los debates a los que se ha convocado al respecto han emergido opiniones diversas que recorren los extremos sobre el asunto.
Por ejemplo, hay quienes se oponen tajantemente a la legalización de todo tipo de uso de las drogas, inclusive el terapéutico, y hay quienes favorecen que se autorice el uso de la marihuana inclusive para fines recreativos.
El senador panista chiapaneco Roberto Gil Zuarth inclusive presentó su propia propuesta sobre la legalización de la mariguana, en la que propone inclusive que el gobierno cree una empresa estatal que monopolice la producción y distribución de la droga.
Al final aparentemente imperó la cordura y en Los Pinos se dieron cuenta de que habría que enviar una señal de que el gobierno favorece la aprobación de la marihuana para uso medicinal.
Aunque la Suprema Corte negó días atrás un amparo a una empresa que quería autorización para desarrollar productos medicinales con base en la cannabis, se sabe que el máximo tribunal ha también favorecido la importación de medicina que contiene esa sustancia para tratamientos específicos como la epilepsia.
Evidentemente, en este tema hay que andarse con cuidado porque se cree en algunos ámbitos que la despenalización de la mariguana con fines médicos es la solución automática para resolver el problema del crimen organizado, cuando se sabe de sobre que esto es imposible.
En Estados Unidos, por ejemplo, a pesar de que se ha aprobado la mariguana con fines médicos y con fines recreativos, el crimen organizado continúa actuando. Además, hay muchas drogas que seguirán siendo prohibidas como la heroína y las metanfetaminas.
Al anunciar Peña su decisión de participar en la Cumbre de la ONU, el Gobierno mexicano muestra que está dispuesto a asumir un papel central en la discusión sobre el tema y que también apoya una política de legalización paulatina, e integral. Es mejor “paso que dure y no trote que canse”.
Por lo demás, la decisión de Peña se ganó el aplauso inclusive de la oposición. El coordinador de los diputados federales del PAN, Marko Cortés, señaló que Peña Nieto se dio cuenta de que estaba cometiendo un error al no asistir al cónclave y aplaudió su decisión de rectificar.
“México debe estar participando en todos los diferentes temas de relevancia internacional y nacional y no estar ausente o, como el avestruz, agachar la cabeza”, afirmó.
Por su lado, el coordinador de los senadores panistas, Fernando Herrera, dijo que “hubiese sido una descortesía que siendo uno de los países convocantes de la reunión, el presidente no hubiese asistido”. “Finalmente lo hará y tendrá que plantear cuál es la visión del gobierno mexicano en torno al problema de las drogas”, indicó el legislador, al señalar que “al presidente no le quedó otra que cambiar su decisión”.
Por lo pronto, parece ser que está cuajando ya el proyecto para legalizar la mariguana con fines médicos.
El subsecretario de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, reconoció que la mariguana «puede tener beneficios terapéuticos y que se requiere analizar ese uso» por lo cual «es menester hacer efectiva la descriminalización de los consumidores».
Hasta la iglesia católica se ha pronunciado a favor de que se permita a las personas usar productos hechos a base de mariguana para curarse algunos achaques.
El Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, aseguró en diciembre pasado por ejemplo que “la Iglesia no está en contra del uso médico de la mariguana” aunque aclaro que “para ello debe consultarse primero con especialistas las consecuencias que su legalización traería”.
“La Iglesia nunca ha tenido ningún problema en recomendar que todos los elementos de la naturaleza que sirvan para la dignificación, para la salud, para una mejor vida de los ciudadanos sean aprovechados”, señaló.
El prelado recordó que el uso de la mariguana con fines medicinales ha estado presente en la sociedad desde hace muchos años y recordó que “desde chico conocí esa situación, sobre todo cuando uno trabajaba mucho o caminaba mucho y llegaba muy cansado, pues le daban a uno su friega de mariguana con alcohol y nunca nadie lo vio cono algo fuera de orden”.
El Cardenal estimó sin embargo importante consultar a expertos en el tema y dijo que en caso de la aprobación del uso de la mariguana, el Estado debe incluir medios preventivos. “Conozco de primera mano a muchas familias que viven realmente un infierno, una angustia terrible porque tienen algún miembro en su casa que es adicto a la mariguana o a otros estupefacientes”, expuso.
Habrá que recordar que el pasado 4 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia concedió un amparo a cuatro personas que solicitaron cultivar, distribuir y consumir la mariguana. Luego, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió cuatro autorizaciones para el consumo lúdico de la mariguana.
Desde ese fallo y hasta el pasado 30 de noviembre, la Cofepris había recibido 57 solicitudes por parte de personas que quieren usar la mariguana con fines lúdicos. En la propia Ciudad de México, El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ha dicho ya que desde el pasado 16 de diciembre envió a diputados federales una iniciativa de reforma de Ley General de Salud que busca retirar la prohibición del uso medicinal de la mariguana en el país.
La propuesta del Gobierno capitalino, en la que también participó el ex Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, fue entregada a legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezados por el legislador Jesús Salvador Valencia Guzmán.
Peña ha dicho que se opone personalmente al consumo y la legalización de la cannabis “porque se ha acreditado, se ha evidenciado, que el consumo de esta sustancia es nociva, es dañina para el desarrollo de la juventud y la niñez”.
Sin embargo, dijo que favorece el debate para que expertos, especialistas en la materia “puedan darnos mayores luces hacia donde debemos transitar”.
Estas declaraciones en pocas palabras muestran que Peña no quiere despenalizar la mariguana con fines médicos, pero si la mayoría dice que sí no se opondría a hacerlo. Es una posición muy “salomónica” o quizá también revela que no quiere cargar el costo político de ser el primer mandatario en autorizar el uso de una droga que cada vez se consume más en México, aunque todavía hay muy pocos que la usan si se comparan con la población total del país.
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