Atacan casa del subsecretario de Seguridad de Solidaridad, Quintana Roo
MORELIA, Mich., 27 de noviembre de 2014.- Al menos dos grupos de cárteles mexicanos de tercera generación han migrado a Bolivia y tomado control de centros y puntos de acopio y traslado de drogas, destaca un artículo que publica el diario boliviano La Prensa, en su edición digital en Cochabamba.
Estos nuevos grupos de narcotraficantes han sido identificados por efectivos de inteligencia de la fuerza anticrimen después que en más de tres operativos de interdicción hallaron a cinco ciudadanos mexicanos involucrados con la producción y transporte de drogas de Bolivia hacía Brasil.
Según La Prensa, expertos en narcotráfico, policías y civiles advierten que los mexicanos han migrado al extremo sur de Latinoamérica por las facilidades que brinda el país al ser denominado como el corazón de Sudamérica y corredor de la cocaína.
A ello se suma que el país es vulnerable y actualmente las oportunidades y el potencial de ganancias del narcotráfico son demasiado altos como para que los grupos criminales internacionales lo ignoren.
Un efectivo de inteligencia de la fuerza antidroga señaló que San Julián ha sido elegido inicialmente como la zona de operaciones de los mexicanos y fue identificado como el nuevo corazón de las transacciones ilícitas que se realizan en complicidad con los pobladores de la zona, donde la mayoría vive del narcotráfico.
Además, dijo que Bolivia no es sólo un país de tránsito de drogas sino también una nación productora de coca y procesadora de cocaína. Lo que hace cada vez más difícil el contenerlos, señala La Prensa.
A estas dificultades, según los expertos, está la falta de control aéreo, por la carencia de radares y actividades de interdicción aérea en Perú, Bolivia y Paraguay, lo cual ha fortalecido a los narcos en sus actividades.
El miembro de inteligencia de la FELCN dice que «los narcotraficantes siempre prefieren mover los envíos por vía aérea, si es posible.
Los aviones pueden mover grandes volúmenes de envíos, y las drogas pasan a través de muy pocas manos, lo que reduce los costos, así como los riesgos de traición o incautación».
Este factor hace de Bolivia un centro de tráfico de drogas y una gran atracción para los cárteles mexicanos que se han asentado con actividades ilícitas en el norte de la Paz y Pando, donde se dice que al menos 30 toneladas de droga al mes transitan por Bolivia, de la cual un 40 por ciento es controlada por mexicanos, después de brasileños y colombianos.
Un asunto adicional que llama la atención de los expertos, es que la corrupción relacionada con las drogas no terminó y que miembros de la policía aún estarían trabajando con traficantes de drogas, ahora con mexicanos por la afinidad que existe en costumbres entre Bolivia y México porque casi no hay controles sobre el sistema bancario, y para los extranjeros es fácil lavar dinero ilícito.