Biblioteca central de la UNAM y estadio olímpico se iluminan de naranja
MEXICO, DF., 31 de octubre de 2015.- Apenas arribó a las 19:20 el desfile de catrinas y catrines a la calle Plaza de la Constitución con su tronadera, una parte de quienes estaban en la plancha del Zócalo se les acercaron y se unieron a la fiesta.
En el contingente de los que llegaban desde el Hemiciclo a Juárez destacaba una catrina en zancos que bailaba como si fueran parte de ella.
Había otras y otros catrines que acudieron a la convocatoria, realizada por el gobierno del DF, unas elegantes con vestidos de corsé, como de época victoriana, otras con encaje negro y algunos de frac y bombín, pero la bailadora atraía las miradas.
También lo hicieron los alebrijes y sus coloridas formas destacadas por foquitos incluidos en las plataformas que los iluminaban.
A ellos se sumaron bandas musicales, zombies y hasta perros disfrazados de esqueletos, arañas, escorpiones e infaltables catrinas que con su jolgorio rendirán homenaje a los muertos.
Para quienes llegaron directamente al Zócalo, pudieron contemplar la Magna Ofrenda en homenaje a las víctimas de los sismos de 1985, cuya memoria a 30 años de ocurrido el terremoto que enlutó a la ciudad, sigue viva.
También disfrutaron el juego de luces de los Tzompaxtles que mostraban cráneos de colores, sombríos y hasta psicodélicos.
En ambas obras estuvo la manufactura de la Fábrica de Artes y Oficios (Faros) y el diseño del reconocido artista Felipe Ehrenberg.
La Magna Ofrenda permanecerá instalada en el Zócalo hasta el 2 de noviembre.