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MÉXICO, DF, 17 de noviembre de 2015.- El Secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, informó que en términos de recuperación del salario mínimo, este año se cerrará con un incremento del poder adquisitivo de 5.1 por ciento, sin embargo la pérdida de la capacidad de compra es de 74 por ciento.
“La política pública de caída del poder adquisitivo del salario por primera vez se definen la caída y tenemos cifras con números negros, no estoy diciendo que resolvimos el tema del poder adquisitivo del salario, eso sería una enorme mentira”, recalcó el funcionario.
En conferencia de prensa para sobre productividad Laboral, Navarrete Prida, puntualizó que respecto a la desindexación del salario mínimo, se encuentran a la espera de su aprobación en las legislaturas locales, para que cumpliéndose el 50 más uno pueda ser promulgada.
“De ahí el Congreso de la Unión va a tener que emitir una ley para aplicar una reforma constitucional, de ahí empezará a correr su plazo de vigencia para que la nueva medida funcione”, precisó el secretario del Trabajo.
En este sentido, el titular de la STPS, adelantó que al margen de la desindexación se está trabajando desde el gobierno federal en dos puntos para mejorar las condiciones del ingreso de los trabajadores: aumentar el poder adquisitivo manteniendo las variables macroeconómicas estables y bajar las tasas de créditos.
Sobre el informe de Productividad Laboral 2012- 2015, el funcionario detalló que del 1 de diciembre de 2012 y 31 de octubre de 2015, 212 mil 18 trabajadores que laboran en empresas ubicada en la país fueron apoyados con programas de apoyo a la productividad.
“De los 9 mil 300 trabajadores han certificado sus competencias laborales; 738 obtuvieron un incremento real en sus ingresos mensuales para lo cual, la Secretaria ha cubierto los costos de evaluación y emisión de certificados”, explicó el funcionario federal.
A aumentado la política pública de productividad laboral, 1.6 por ciento de incremento del índice Global de la Productividad, que además de detener 30 años de tendencia a la baja, representa un salto en la productividad laboral del país de siete lugares que no se había registrado en los pasados 30 años y que de los 12 pilares que miden la competitividad el laboral era el más débil.