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MORELIA, Mich., 28 de mayo de 2015.- El candidato del PRI-Verde a la gubernatura de Michoacán, Ascensión Orihuela, es un viejo delincuente de siete suelas, que se ha enriquecido a costa de traficar con el servicio público, caracterizándose por la acumulación voraz de bienes muebles e inmuebles.
En los 30 años en los cuales ha ostentado diversos cargos públicos, partidistas y de representación popular, conformó un emporio de 97 propiedades sólo en Michoacán, que está valuado en más de 300 millones de pesos, pese a que sus percepciones de 30 años son sólo de 45 millones de pesos, por lo que enfrenta una discrepancia fiscal de 257 millones de pesos ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), evidenció Carlos Torres Piña.
En rueda de prensa, el dirigente estatal del PRD y el delegado del CEN del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, presentaron pruebas de los modos ilícitos mediante los cuales Orihuela Bárcenas se ha enriquecido haciendo uso ilegal de los cargos que ha ostentado, adquiriendo propiedades producto de recursos de procedencia incierta, conflicto de interés, operaciones irregulares de compraventa, donaciones ilegales, y adquisiciones no contempladas en la ley, además de evadir el fisco.
«Con estas pruebas que se ponen evidencia hoy, Orihuela no debería de ser candidato, ni mucho menos gobernador, el debiera estar en la cárcel», enfatizó Torres Piña.
Destacó que su historial, da cuenta de que a Ascensión Orihuela no le interesa cambiar la situación de los michoacanos, sino que ve a Michoacán como un negocio, una oportunidad para consolidar y ensanchar su emporio.
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