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MÉXICO, DF, 14 de agosto de 2014.- Más de un millón de menores de edad (entre 6 y 17 años) abandona sus estudios cada año, esto equivale a más de cinco mil al día, durante todo el ciclo escolar o uno cada 30 segundos aproximadamente. Sin embargo, el gasto público en educación disminuyó en términos reales en los últimos dos años, revela el Panorama Educativo de México 2013, realizado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Del documento se desprende que el talón de Aquiles de la educación en México es el acceso, la deserción, la inequidad y la calidad.
Durante la presentación del documento -el cual contiene indicadores del sistema educativo nacional correspondientes a nivel básico y medio superior-, la consejera presidenta del INEE, Silvia Schmelkes, advirtió que la distribución de los recursos económicos destinados a la educación es inequitativa, pues se van a las zonas de mayor desarrollo.
El informe señala que el 57 por ciento de los adolescentes que habitan en hogares de pobreza alimentaria culmina la secundaria, contra el 82 por ciento de los pertenecientes a hogares no pobres.
De la población de 15 a 17 años de hogares indígenas apenas el 65 por ciento completó su educación secundaria, frente al 78 por ciento de sus pares no indígenas, mientras que sólo el 69 por ciento de los residentes en localidades de alta y muy alta marginación logró terminar ese nivel educativo, frente al 80 por ciento de los que residen en localidades menos marginadas.
Schmelkes alertó que «los avances en inequidad son pocos» y que obedecen más a la inercia, como es el caso de la asignación de recursos.
Advirtió también sobre el problema de no acceso a la escuela en preescolar y media superior y que en este último nivel la falta de acceso es superior al 40 por ciento, lo cual «debe preocuparnos porque ya es obligatorio para el Estado».
También señaló que «tenemos un modelo teórico de escuela que no responde a las diferentes necesidades de los alumnos», pues plantea un currículo homogéneo para una población diversa y ello resulta en que los contenidos curriculares no sean interesantes ni útiles para que los alumnos comprendan su realidad.
Lo anterior incide en la deserción escolar.
El documento también refiere que faltan por atender 4.3 millones de niños y adolescentes entre 2 y 17 años y que el avance en el grado de escolaridad promedio es muy lento: 0.1 grado por año, es decir, que en una década se habrá avanzado apenas un grado escolar.
Según el estudio, el analfabetismo señala la forma de rezago educativo extremo. De los 5 millones 645 mil 569 personas analfabetas en el país, 19.5 es población que vive en hogares indígenas y 21 por ciento son personas en zonas de marginación alta.
Schmelkes señaló que la educación sigue siendo un factor primordial de la movilidad social, pues a mayor nivel de escolaridad, mayor es el porcentaje de población con contrato indefinido y un salario relativo más alto.