Reportan que armados entregan cadáver a paramédicos en Sinaloa
OAXACA, Oax., 21 de diciembre de 2015.- Entre los zapotecas es costumbre que cuando los niños mueren se queman cohetes anunciando que al cielo llegan nuevos ángeles, por ello Camila, Romina y Cristian fueron sepultados esta tarde de lunes en medio de un tronar de cohetes.
Los hermanos Cuevas Nolasco cruzaron por última vez el gran pórtico de la escuela primaria Daniel C. Pineda, ubicada en la Segunda Sección de Juchitán, a unas cuantas cuadras de su hogar.
En esta ocasión no entraron corriendo, ni empujándose entre ellos, mucho menos tomados de la mano de su madre, María Cruz, su última visita la hicieron en tres féretros blancos, seguidos del ataúd de ella.
Los ataúdes se colocaron en medio de la explana central de la escuela, donde cada lunes Cristian, Romina y Camila Cuevas Nolasco, de 10, 8 y 11 años respectivamente, rendían honores a la bandera nacional, el mismo espacio que su madre recorría todos los días para ofrecer algunas viandas a los niños en el recreo.
Varias familias perdieron a seres queridos en el fatal accidente en la Costa oaxaqueña el pasado sábado.
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