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MÉXICO, DF, 25 de julio de 2014.- Si el Gobierno Federal absorbe los pasivos laborales de Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad, la deuda pública alcanzaría el 50 por ciento de lo correspondiente al Producto Interno Bruto (PIB) del país, pues de seis billones 580.2 mil millones de pesos, pasarían a ocho billones 217 mil 54 millones.
Según el Banco Mundial, el PIB de México al 2013 es de un billón 260 mil millones de dólares, cifra equivalente a más de 16 billones 303 mil 626 millones de pesos.
Si los pasivos laborales en el caso específico de Pemex, son de un billón 130 mil 54 millones de pesos, según cifras del último reporte de la paraestatal a la Bolsa, más 507 mil millones de la CFE, sumarían un monto de un billón 637 mil 54 millones de pesos, sumados a la deuda pública bruta, tocaría el 50 por ciento de esta.
De acuerdo a las cifras del último informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública a enero de este año de la Secretaría de Hacienda, en la administración del presidente Enrique Peña Nieto la deuda bruta fue superior en 83.2 mil millones de pesos al de diciembre de 2013.
El acalorado tema anunciado dentro de las leyes secundarias de la Reforma Energética subió el tono de la discusión en la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, debido a la complejidad de los pasivos que representan una cuarta parte del presupuesto anual de la Federación.
Asimismo la falta de claridad en el artículo transitorio de cómo se va a ejercer ese mandato, cómo lo va a desarrollar la propia Secretaría de Hacienda o el Gobierno Federal, vinculado con el esfuerzo que puedan hacer las propias empresas para reducir su pasivo laboral, ha generado controversia al interior del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Mientras el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Manlio Fabio Beltrones argumenta que “dejar con el pasivo laboral a Pemex, sería como amarrarle un brazo atrás y llevarlo a una pelea de box en desventaja”, coordinador de la bancada perredista, Silvano Aureoles, reprobó que “otra vez resultado de errores y fracasos y actos de corrupción, el pueblo de México tenga que cargar con esto”, a lo que denominan “Pemexproa”.
Por su parte, el diputado del PAN integrante de la Comisión de Energía, Juan Bueno Torio dejó más claro el planteamiento de su bancada, que este “rescate” a Pemex –que los priistas niegan y proponen sea absoluto– no implica que el Estado absorba la totalidad de los pasivos, pues según sus cálculos correspondería al nueve por ciento del PIB, en el caso de Pemex, y el tres por ciento en el caso de la CFE.
“El Estado Mexicano podría entrar con un 3 por ciento que implica sí es mucho recurso, estamos hablando de poco más de 450 mil millones de pesos, en el caso de Pemex… Lo mismo sucedería en CFE, que el Estado estaría asumiendo alrededor del 1 por ciento del PIB dentro de su pasivo laboral.”
“El apoyo del Gobierno Federal en este sentido sería del 4 por ciento del PBI, alrededor de 700 mil millones de pesos”, explicó el legislador panista, argumentando que con ello ayudaría a mejorar las finanzas de las paraestatales y prepararlas mejor para que pueda salir competir.
Este viernes en Reunión Permanente en el Palacio Legislativo de San Lázaro, las Juntas Directivas de la Comisiones Unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y de Energía discuten el artículo transitorio de cómo funcionará presupuestalmente este esquema de asumir parte de los pasivos de ambas empresas productivas del Estado.