Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
MÉXICO, DF, 15 de junio de 2014.- Fernando se levanta a las seis de la mañana. Para él no importa que sea lunes, viernes o domingo, la situación económica de su hogar lo obliga a “arrimar el hombro” para sostener a su familia. Tiene sólo siete años de edad.
Así como él, en el país existen al menos tres millones de niños y adolescentes entre cinco y 17 años de edad que realizan alguna actividad económica, equivalente a una tasa de ocupación de 10 por cada 100 menores, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2011 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En México, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, la protección de la población infantil establece que queda prohibido el empleo en niños menores de 14 años; en el caso de los adolescentes de 14 a 17 años lo permite en circunstancias específicas.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el presidente del INEGI, Eduardo Sojo, precisó que de la población de menores que trabaja, los hombres representan la mayor tasa con 14.4 por ciento, en comparación con las mujeres con el 6.8.
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, representada por el diputado panista Isaías Cortés Berumen, indicó que este año “el Día Mundial contra el Trabajo Infantil centra la atención pública en el papel de la protección social para mantener a los niños alejados del trabajo infantil o retirarlos del mismo”.
Sin embargo, para Fernando no es así, pues desde hace un año vende dulces en los alrededores del Metro Cuauhtémoc. Él no forma parte de la tasa de disminución de seis mil niños, niñas y adolescentes reportada por el INEGI.
De acuerdo a las cifras del instituto, del total de niños ocupados de cinco a 17 años, siete de cada 10 (69.9 por ciento), se ubican en las zonas menos urbanizadas; el trabajo agropecuario es una de las principales actividades de los niños ocupados con el 29.7 por ciento con jornadas de más de 35 horas laborales a la semana, de estos nueve de cada 10 son hombres.
El legislador panista indicó que “la protección de la población infantil contra las formas de trabajo lo permite en circunstancias específicas siempre y cuando exista un permiso por parte de los padres, cuando haya compatibilidad entre el estudio y el trabajo, además del cumplimiento de otras condiciones que salvaguarden el bienestar de los niños y niñas”.
Sin embargo, cabe mencionar que la situación económica del hogar suele ser uno de los factores principales para que los niños sean impulsados a trabajar.
Según el INEGI, 27.9 por ciento de la población infantil de 5 a 17 años trabaja porque su hogar lo necesita; 25.5 lo hace para poder estudiar y cubrir sus propios gastos; 15.5 por ciento para aprender un oficio, en tanto que 13 por ciento buscan contribuir con el ingreso de sus hogares.
La comisión de legisladores contra el trabajo infantil señaló que a nivel mundial se han establecido diversos mecanismos de defensa y protección de los niños y niñas para reconocer, promover y vigilar el cumplimiento de los derechos humanos, entre ellos la protección contra la explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso, entorpezca su educación o sea nocivo para su salud o desarrollo.
En el país, la protección social es un derecho humano y está sólidamente justificada desde el punto de vista económico y social, por lo que desempeña un papel fundamental en la lucha contra el trabajo como el que Fernandito realiza sin descanso ni seguridad.