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MÉXICO, DF., 28 de julio de 2015.- Los legisladores deben trabajar en una ley que sensibilice para evitar el consumo de sexoservicio, y mientras no cambie esa visión prevalecerá la ley de la oferta y la demanda y con ello la trata de personas.
Así lo afirmó Evangelina Hernández, la autora del libro “Tierra de padrotes. Tenancingo, Tlaxcala, un velo de impunidad”, editada por Planeta.
“¿Qué ocurre con nuestras autoridades? Es momento para recapacitar y llamar a legisladores a que hagan un análisis, sin consumidores no hay trata y en nuestro país no se ha hecho una legislación que vaya más allá y que busque trabajar en la sensibilización para evitar el consumo, porque es la ley de la oferta y la demanda”, dijo durante la presentación de la obra, en el salón Benito Juárez, de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
La periodista, que desde el año 2001 investiga el fenómeno registrado en Tenancingo, donde familias enteras se dedican a la trata de personas y que han pasado de rentar y vender sexualmente a mujeres de su propia comunidad, a repetir el modelo con las de otros estados, pidió a los presentes reflexionar sobre ello.
“Tierra de padrotes es un llamado a que volteemos a ver qué ocurre en nuestra sociedad, que ocurre a 140 kilómetros [donde se encuentra Tenancingo], qué ocurre en las calles de la Merced donde se hace el reclutamiento, la capacitación de sexoservidoras que son llevadas a las fronteras de nuestro país y luego a los Estados Unidos”, explicó.
El fenómeno se registra desde hace más de 40 años, el libro incluye testimonios de mujeres explotadas sexualmente y reconstruye el origen del comportamiento de la comunidad, que antes se dedicaba a actividades textiles, pero cuando hubo problemas con dicha industria, pobladores emigraron al DF, fueron a dar a la Merced, en el Centro Histórico y ahí policías les enseñaron a explotar a mujeres, y ahora familias enteras se dedican a dicho modus vivendi ilegal.
La obra también narra como muchas de las mujeres que los padrotes enamoran, son explotadas en La Merced, son llevadas a Tijuana donde vuelven a ser explotadas, y luego llevadas a ciudades de Estados Unidos, como son Nueva York o Denver, y ahí vuelven a sufrir explotación.
También relata cómo además de hombres, también hay mujeres que participan en dichas redes criminales, que también fueron explotadas y luego se vuelven maltratadoras de las más jóvenes, a quienes incluso llegan a quemar partes de su cuerpo si no cooperan.
La autora fue acompañada de la diputada local perredista Dione Anguiano, quien calificó la trata de personas como “la nueva esclavitud”.
La legisladora alertó además que el delito apenas es denunciado, a pesar de su dimensión, ejemplificó con la cifra de 2013, donde se registraron 118 denuncias en todo el país.
Asimismo, dijo que de acuerdo con datos oficiales, la población más vulnerable es la de niñas entre 12 y 18 años y luego el comprendido entre tres y 11 años.