
El predial talón de Aquiles municipal
Polariza a la sociedad mexicana la inminente legalización de la marihuana
La regulación del uso de la marihuana con fines medicinales comenzó a avanzar en México, pues hay consenso entre legisladores federales en avanzar sobre el tema. Incluso, se ha sumado a esa tendencia, una declaración pública de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), la cual también se pronunció en favor de la legalización del cannabis para uso farmacéutico y medicinal.
Sin embargo, Luis Miguel Barbosa, coordinador de los senadores perredistas, advirtió que la posición de su bancada es que se apruebe, en este periodo de sesiones que concluirá el 30 de abril, una reforma legal que permita además el uso lúdico de la marihuana. Es decir, para fines recreativos.
El senador perredista criticó que el Congreso no haya tomado aún una decisión sobre la mariguana lúdica y consideró que el propio Senado debe aprobar, por lo menos, en los mismos parámetros que hizo la Suprema Corte de Justicia al otorgar cuatro amparos definitivos, su legalización:
“Debemos aprobar en lo que resta de este periodo, una reforma para regularizar el consumo de la marihuana para uso lúdico, por lo menos, en los alcances que se dieron en la resolución de la Suprema Corte en un ejercicio de derechos y libertades sin afectar a terceros, aumentando el gramaje de la posesión o traslado de la marihuana. Si nosotros no aprobamos una reforma en ese sentido, habremos hecho el ridículo”, aseguró Barbosa.
Por su parte, el presidente del Senado, el legislador panista Roberto Gil, descartó la aprobación del uso lúdico porque no hay consenso entre las bancadas. Sin embargo, dijo que es necesaria una reforma que permita su uso medicinal y terapéutico.
“Yo hasta este momento no advierto que haya una propuesta concreta que haya generado consenso sobre uso recreativo o lúdico. Lo que no podemos hacer es posponer otras decisiones en razón de estar esperando el gran consenso sobre el uso lúdico o recreativo, porque mientras tanto se están generando precedentes jurisdiccionales, se están generando precedentes que están abriendo el comercio de la mariguana y no tenemos ningún tipo de control. Estamos teniendo una legalización por la puerta de atrás y eso es justamente lo que debemos de evitar”, aseguró Gil.
Los senadores priistas no hicieron declaraciones respecto a su posición a la regulación del consumo de la marihuana para fines recreativos, pero muchos de ellos se han pronunciado por su legalización para fines farmacéuticos y medicinales.
No obstante, el pasado fin de semana la Iglesia Católica se pronunció en contra de cualquier tipo de legalización de la marihuana, ya que a su juicio desataría un problema de salud pública por su consumo.
La Arquidiócesis de México a través del semanario Desde la Fe, señaló en un editorial titulado Discusión sobre la mariguana y otras drogas, destacó que la regulación del consumo puede contribuir a la disminución de la violencia del narcotráfico y el peligro de los consumidores, “pero se envía un mensaje equivocado a la sociedad, propiciando un aumento del consumo y los problemas sociales y de salud implicados”, subrayó.
Afirmó que las políticas públicas deben buscar soluciones integrales que traten de resolver no sólo las consecuencias sino también las causas del consumo de enervantes. “No hay soluciones simplistas, pero si hay posibilidades de tomar decisiones con responsabilidad”, enfatizó.
En ese sentido, el presidente de la Anafarmex, Antonio Pascual Feria se refirió a que la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó su beneplácito por los esfuerzos realizados a escala global de liberalizar el uso de la mariguana para uso medicinal o científico.
“En este contexto, en la Anafarmex nos pronunciamos por el uso terapéutico de la marihuana y porque se incorporen las disposiciones necesarias para ello en la ley, pero en cuanto a la liberación de presentaciones farmacéuticas, nos preocupa que contribuya al comercio y tráfico ilegal de la misma”, advirtió.
Pascual Feria alertó que sería “aterrador que se comercialice y eleve la demanda de la mariguana de manera legal, poniendo a estos productos en el top 10 de ventas, pero no para bien, pues la prioridad del sector salud y de las empresas farmacéuticas es promover la salud”.
Aseguró que sería una contradicción para el sector estar en favor de la legalización de esta droga por los daños que causa a la salud de personas no enfermas.
Se refirió también a la “ola de países latinoamericanos que le abren la puerta al uso medicinal de la mariguana sigue sumando adherentes, y tienen como en el caso de Uruguay a las farmacias como protagonistas. En estos días, México se suma a la tendencia, pues la Anafarmex, se pronuncia en favor de la legalización de la mariguana para uso farmacéutico y medicinal, pero rechaza definitivamente el uso de esta droga con fines recreativos.
Dijo que ese mismo organismo alertó en su momento sobre los riesgos de fomentar el uso del cannabis para fines recreativos, en especial para los adolescentes y jóvenes, e hizo énfasis en la necesidad de la prevención, atención y rehabilitación de personas con esta adicción, en lugar de condena o castigo.
Pascual Feria señaló que, en Estados Unidos, donde se liberalizó en algunos condados el uso recreativo de la marihuana, el incremento en el consumo se elevó entre la población de 15 a 64 años.
La Administración para el Control de las Drogas (DEA por sus siglas en inglés) reportó que en los estados donde se permite la administración de estos productos para uso médico, un tercio de los estudiantes de doceavo grado reporta haber consumido ya el estupefaciente. Por ello, la DEA concluyó en su reporte que la legalización para uso recreativo o medicinal del cannabis no ha acabado con el mercado ilícito de esta droga.
Pero en este debate público solamente los diputados federales perredistas Fernando Rubio, Carlos Hernández y Xavier Nava sostienen que la legalización también ayudaría a los campesinos que se dedican el cultivo de esta planta, que vería sus cultivos como una legítima actividad agraria legal y le generaría ingresos por lo que tendría un contacto directo con el usuario y eliminaría al intermediario.
A principios de los noventas, la ONU estableció un programa de sustitución de cultivos ilícitos por lícitos. En ese tiempo 12 millones de campesinos de los países andinos se dicaban al cultivo de la hoja de coca.
Dicho programa fracasó, entre otras razones, porque los precios de los cultivos alimenticios, sus precios los fijan los mercados y las empresas transnacionales. Eso mismo ocurriría con la marihuana, si la propia autoridad no establece un precio de garantía. Como se ve el tema tiene muchas vertientes que se tienen que analizar.
Si los campesinos podrán vender directamente la mariguana que siembran y cultivan, sin intermediarios y sin narcotraficantes que los acosen, la situación económica de sectores indígenas y campesinos puede cambiar.