Tecmilenio busca formar líderes positivos al sur de Tamaulipas
MÉXICO, DF, a 28 de mayo del 2015.- Al hacer uso de radiación gamma para estudios de diagnóstico por medicina nuclear o tratamientos de cáncer; si se trabaja en industrias donde se irradien alimentos para su conservación o productos de uso quirúrgico para su esterilización; o si se labora en la industria textil, llantera o de cosméticos, entre otras, el personal está expuesto a radiaciones ionizantes que, por ley, deben medirse para conocer sus concentraciones y evitar una exposición excesiva que sea un riesgo o dañe la salud.
Al dispositivo que mide la radiación ionizante se le llama dosímetro. En general, existen tres tipos: el de película fotográfica, el termoluminiscente y los de lectura directa, ya sean electrónicos o de fibra de cuarzo, informó la Máxima Casa de Estudios en un comunicado.
En el Instituto de Física (IF) de la UNAM, el investigador Guillermo Espinosa García desarrolló un material termoluminiscente que, en forma de pastillas de cinco milímetros de diámetro, detecta y mide la radiación recibida por el cuerpo humano.
En conferencia de medios celebrada en la Casa de las Humanidades, Espinosa explicó que el dosímetrotermoluminiscente es el de mayor uso en el mundo; se trata de una caja de plástico de unos cuantos centímetros, portátil.
En su interior tiene dos o cuatro pastillas de aquel material, que al ser expuestas a la radiación mediante procesos físicos almacena la información referente a la cantidad de radiación recibida. El personal que está en contacto frecuente con emisiones debe portarlo en el pecho, la cintura, la muñeca o en los dedos de las manos.
Innova con óxido de silicio
Desarrollado por Espinosa, está pensado para aplicarse en dosimetría de personal e innova al utilizar óxido de silicio, material que supera en eficiencia, estabilidad, reproducibilidad de información y costo a los que usan los equipos comerciales de otros países, que desde hace 30 años emplean fluoruro de litio o algún otro material similar, para lograr la detección y dosimetría de la radiación.
“Para probar nuestro desarrollo realizamos las 11 pruebas que se hacen a los dosímetros y todas tuvieron excelentes resultados. Logramos 50 por ciento más sensibilidad para detectar radiación respecto al litio de los productos comerciales y que la capacidad del dosímetro no decaiga antes de seis meses”, señaló.
Además de competitivas, las pastillas son considerablemente más baratas que las que se encuentran en el mercado.
Para la elaboración del material, el universitario recurre a fibras ópticas comerciales (hechas de óxido de silicio) que en el laboratorio se cortan, muelen, preparan y convierten en pastillas de cinco milímetros de diámetro, talla suficiente para incluirlas dentro de un aparato portátil.
“Al usar la fibra óptica comercial ya no debemos producir el material, sólo hacemos una preparación que mantenemos en secrecía para lograr esta novedosa aplicación”, precisó.
El investigador recordó que los dosímetros se usan también para esterilizar materiales plásticos, alimentos, cosméticos, fármacos y agua residual, entre otros usos.