Quadratín, referente de periodismo crítico, plural y veraz en Chihuahua
NEZAHUALCÓYOTL, Edomex., 28 de noviembre de 2014.- Rechaza el ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) Guillermo Valdés Castellanos que las actividades del crimen organizado hayan rebasado al Estado mexicano, aunque reconoce que algunos miembros delincuenciales se han infiltrado en los cuerpos policíacos de los estados del país.
Luego de la ceremonia de entrega de estímulos por más de seis millones de pesos a mil 200 policías municipales de Nezahualcóyotl, por parte del presidente municipal Juan Zepeda Hernández, Valdés Castellanos reconoció que la crisis que vive el país, particularmente en el caso de Iguala, obedece a un descuido en el que han estado las instituciones de justicia en México.
Afirmó que “es una situación que se ha conocido desde hace muchos años, que a pesar de que es del conocimiento de mucha gente, los esfuerzos por fortalecer a estas instituciones policiales no han sido suficientes. Hay un problema institucional muy fuerte detrás de Ayotzinapa, que tiene que ver con la debilidad de muchísimas debilidades que tienen los cuerpos de policías municipales y la complicidad con las autoridades”.
El ex director del Cisen recordó que también la situación se ha agravado con el apoyo, a veces involuntario, de partidos políticos que promueven a candidatos que tienen vínculos con el crimen organizado. “Eso es lo que revela lo que sucedió en Iguala”.
Ante la actual situación, dijo, es «urgente rehacer por completo esos lugares en donde el crimen organizado ha capturado a todo el municipio, incluyendo a su policía. Es decir, hay que hacer un proceso de limpia y depuración y de fortalecimiento”.
Valdés Castellanos señaló que reconstruir una policía municipal es una tarea muy ardua, de muchos años, que cuesta dinero y que además la sociedad debe de estar vigilando y monitoreando que se hagan bien las cosas.
Para ello debe de haber una solución con el compromiso de todos los actores políticos, partidos, gobiernos municipales, estatales y federales, además de los congresos de darle la prioridad a la seguridad y la justicia.
Esto incluye rehacer policías, mejorar y fortalecer también los Ministerios Públicos, a los Juzgados al Sistema Judicial y no olvidar tampoco el sistema carcelario.
Respecto a si el crimen organizado ha rebasado al Estado México, el ex funcionario federal aseguró que no, “lo que sí es cierto es que estas bandas han rebasado a las autoridades municipales en muchos lugares”, afirmó.
Agregó que se han visto tragedias muy grandes por ejemplo en Michoacán. “Hemos visto cómo el crimen organizado está muy poderoso en Guerrero, en Tamaulipas, en Veracruz, en varios estados. Ahí el crimen organizado todavía tiene una fuerte presencia”.
Indicó que en el caso del Estado de México hay un problema serio de inseguridad que las mismas estadísticas reflejan que, «aún falta mucho por hacer en esta entidad en materia de seguridad”.
Al referirse al Mando Único, Valdés Castellanos señaló que es una buena estrategia y tiene que irse aplicando con especificaciones muy particulares en cada estado.
Aunque el Mando Único tiene que ver con la capacidad de coordinar y darle una dirección al trabajo policial de toda una entidad, es decir a la policía estatal, tanto preventiva como ministerial y luego a las policías municipales, “hay que respetar el caso de municipios como Nezahualcóyotl, donde hay una policía muy eficiente y eficaz.
“Entonces el Mando Único es necesario, sobre todo porque en términos generales las policías municipales adolecen de muchas carencias y muchas debilidades; por consiguiente el Mando Único va a tratar de subsanar esas debilidades, pero no debiera significar la anulación de los buenos esfuerzos de los municipios donde existe”.
El ex funcionario del Cisen reconoció que durante los cinco años en que estuvo al frente de este organismo hubo muchos acontecimientos graves, pero no como el de Iguala, donde la policía municipal tuvo que entregar el mando al crimen organizado.
“Hubo eventos muy terribles, de matanzas grandes como fueron las de San Fernando, en Tamaulipas, la de Durango o del Casino Royale de Monterrey. La diferencia en el caso de Ayotzingo es una participación muy activa de presidencia municipal y de la corporación policíaca”, concluyó.