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IGUALA, Gro. 22 de octubre de 2014.- Grupos del crimen organizado permanecen en los alrededores de Iguala, cruzando de un municipio a otro por caminos rurales, burlando el impresionante dispositivo de seguridad que el gobierno federal y estatal instalaron en esta ciudad.
Así lo afirmaron integrantes de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), quienes reanudaron la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en los límites de Apipilulco e Iguala, en el paraje Agua Dulce, cerca de la localidad de Coacoyula.
La búsqueda inició después de las 9:00 de la mañana del martes, cuando un grupo de aproximadamente 35 policías comunitarios montados en 7 camionetas se dirigieron hacia el sur de Iguala. Circularon sobre la carretera Iguala-Chilpancingo, pero se desviaron sobre el camino que conduce al poblado de Coacoyula.
Ciudadanos de esa comunidad ya los esperaban para guiar a los miembros del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC) hacia el noroeste, por un camino de terracería que conduce al paraje conocido como Agua Dulce, donde reportes ciudadanos indicaron a la Policía Ciudadana que había 20 bolsas negras junto a un árbol.
Tomaron rumbo hacia Apipilulco sobre esa carretera rural que conecta hasta el municipio de Cocula, donde los comunitarios y fuerzas federales han realizado una búsqueda para dar con el paradero de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre tras una persecución y agresiones que terminaron con la vida de seis personas.
Los miembros de la UPOEG se adentraron en esa zona que, según versiones de algunos pobladores y campesinos, es ruta alterna del crimen organizado para cruzar Iguala y donde se ha arreciado el cruce de grupos armados ante la fuerte presencia militar y policial en la cabecera municipal de Iguala.
Con machetes y resorteras, los policías ciudadanos rastrearon al menos cuatro parajes hasta llegar a Agua Dulce donde según el reporte, podría haber cadáveres.
Se ubicaron aproximadamente a 30 minutos de distancia en automóvil de Coacoyula. Estaban a la mitad de ese camino de terracería que comunica a este poblado con Apipilulco. Ahí buscaron las supuestas bolsas negras por varios kilómetros a la redonda, entre los cerros y su seca vegetación, entre abundancia de mariposas y nopales, pero no encontraron nada.
Sin embargo, ubicaron una pequeña casa entre los cerros. Está sola, rodeada de barrancas y cerca sólo hay algunos sembradíos de maíz.
Ahí se pudieron observar restos de comida, botellas de plástico, vasos y platos desechables.
“Son rastros de que alguien ocupa esta casa para cosas ilícitas, porque no está habitada y no hay más casas cerca de aquí”; dijo un comunitario.
Pero al no encontrar rastros de violencia dentro de la casa construida a base de tabicón, decidieron retirarse.
Circulan grupos armados
En el sitio, el comandante Miguel Ángel Jiménez Blanco, de la Policía Comunitaria, accedió a una entrevista con diversos medios de comunicación.
“No nos sentimos defraudados porque conseguimos datos importantes aquí con la gente. Por ejemplo, dijeron que hace tres días en una casa de uno de los vaqueros de aquí vieron cerca de 50 hombres armados y por la mañana se movieron al cerro del Tigre. Entonces sabemos que se están moviendo y actuando en estas zonas rurales”, dijo.
En ese contexto, hizo un llamado al gobierno federal y estatal afirmando que los policías ciudadanos no se pueden mover libremente en Iguala y sus alrededores a falta de apoyo de las policías oficiales. Recordó que aunque ellos tienen una formación policial indígena, aquí han venido desarmados y han buscado no arriesgarse de más “porque no podemos permitir que un compañero nuestro caiga”.
Exigió al presidente Enrique Peña Nieto que asuma su papel en la búsqueda de los normalistas desaparecidos y “que nos mande a los robocop (policías federales) para que nos hagan acompañamiento”.
Pidió a la Federación que al menos les brinde ayuda enviándoles un policía por cada camioneta que sale con miembros de la UPOEG a realizar la búsqueda, principalmente en las zonas rurales.
Además aclaró que en las zonas rurales es donde actualmente se están moviendo los grupos del crimen organizado, han operado durante muchos años en Iguala.
“Ellos se están moviendo por aquí, no dejan ninguna evidencia, limpian todo y hacen parecer como si no anduvieran, no dejan rastros pero por los reportes de la gente nos damos cuenta que, efectivamente ellos se mueven por estas zonas”, expuso.
Agregó: “Hay gente que nos señaló que aquí han tenido gente amarrada, pero cuando nos avisan y venimos no hay nada, no hay basura, aparentemente no hay evidencia. Es mucha presión la que estamos pasando, porque por un lado no nos rajamos y los compañeros se meten donde sea pero no tenemos los elementos para actuar como se debería”.
Lamentó que el propio gobierno esté arriesgando a policías comunitarios y reporteros que participan y cubren la búsqueda para tratar de localizar a los 43 desaparecidos.
Advirtió que los grupos de sicarios que continúan actuando de forma impune entre los caminos rurales, sólo esperan a que el gobierno federal se canse y se lleve a sus miles de policías que hoy tienen destacamentados en Iguala, pero de igual manera buscan que pase tiempo para quitarse de encima los ojos de organismos internacionales, así como de la propia prensa, “para volverse a meter y ahora con más fuerza”.
Finalmente, exigió al gobierno que diga dónde están los normalistas desaparecidos pues afirmó que ya debe estar esa información en la PGR, tomando en cuenta las detenciones de policías municipales que han hecho. De lo contrario, propuso: “que nos presten tantito a los policías de Cocula que agarraron para que nosotros les saquemos la información”.