Gabinete aseguró a 5 mil 344 migrantes en un día
Los Cabos San Lucas, BCS, 24 de septiembre de 2014.- El cansancio es evidente, las botas le pesan como si tuviera kilos de arena por dentro, el casco lo sofoca por el húmedo calor de la playa y el rifle ya es un estorbo para mantenerse en pie.
Lleva una jornada intensa de 12 horas de patrullaje, de relevos, de levantar escombros, retirar cables de luz y ayudar a la población afectada por el huracán Odile.
“Es muy triste ver como están las calles, destruidas, mucha basura, ramas y muchos no los retiran, había venido para acá cuando no estaba la contingencia y si da como cosa ver que está destruido.
“No nos cuesta nada retirar escombros, para eso estamos Y por eso venimos, pero creo que seguir a este ritmo es muy cansado, somos varios aquí, pero eso no quita la friega que hay aquí”, comenta un agotado Luis, oficial de la Gendarmería y con cinco días en Los Cabos.
Luis es de la ciudad de México, sabe que no volverá a casa pronto, ya que Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación federal, reveló que los gendarmes se mantendrán en el estado de manera permanente.
El oficial opina que las carencias en Los Cabos son muy evidentes, aunque la coordinación y unión entre los pobladores y la autoridad ha ayudado que casi no se note la devastación que dejó el ciclón.
«Yo creo que si el municipio tuviera una cuadrilla de limpia, como en el DF, se facilitaría la labor de limpieza, yo no he visto como trabajen aquí, pero la verdad que sí urge que contraten gente para esta labor, mientras lo hacemos nosotros o lo hacen los marinos.
«No sé cuándo vuelva a casa, nos dijeron que por lo menos hasta enero nos podríamos ir, pero eso es algo muy incierto, nadie sabe bien de tiempos, pero si te aseguro que estar trabajando con todo el equipo, con el calor tan húmedo que hay aquí es muy complicado y agotador, pero lo que más me pega es que mi familia está a kilómetros de aquí”, dice el gendarme.
DE LA RAPIÑA AL PATRULLAJE EXTREMO
Los actos de saqueo en las tiendas departamentales la semana pasada obligaron a que el gobierno federal desplegara de manera urgente fuerzas del orden.
Robos de artículos eléctricos, electrodomésticos, comida, agua y hasta croquetas puso en foco rojo a los municipios de San José del Cabo y Cabo San Lucas, que quedaron en las penumbras por una noche entera, además de que el estado entero no tuvo agua por día y medio.
“Llegue el viernes pasado y alcance a ver todavía rapiña en varios comercios, la gente se peleaba por lo que se robaba, esto era un caos, veías de todo, desde hombres, mujeres, niños y hasta abuelitos robándose la mercancía.
“Lo difícil era calmar a toda una turba, donde veías a mujeres con bebés en un brazo y el mandado en el otro, es cuando te preguntas ¿cómo detienes a una mujer en esas condiciones y que además se niega a irse y hasta te agrede?”, relata Luis.
El oficial del destacamento de la Gendarmería, comparte la experiencia que vivió en la última noche de estos eventos, sin embargo, asegura, que compañeros que llegaron con más tiempo tuvieron que hacer detenciones de mujeres embarazadas y personas en sillas de ruedas que estaban en pleno robo.
“Ahora el patrullaje de las calles y las playas son más rigurosas, si vemos sospechosos los subimos para interrogarlos, en las playas hemos visto gente de las colonias que están en los cerros que se quedan a dormir en la arena, es difícil la situación”.
La detonación de armas de fuego no ha sido necesaria, solamente han servido para intimidar a los saqueadores.
Luis se percata de que su comandante está en camino, por lo que la entrevista ha terminado y rápidamente dice: “qué bueno que preguntas lo que siente un oficial, ojalá hubiéramos platicado más, pero si me ven hablándote me regañan, aguas con los cholos”.