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MÉXICO, DF, a 26 de mayo de 2015.- Un enfrentamiento entre policías y manifestantes cerró la jornada de protestas por los ocho meses de desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, frente al Hemiciclo a Juárez.
Después de poco más de seis horas de manifestaciones, que salieron de los cuatro puntos de ingreso a la ciudad de México, algunos de los participantes prendieron fuego a propaganda electoral que originó que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) ingresaran con motocicletas entre la multitud para sofocar el fuego.
Con extintores en mano, los uniformados provocaron que los manifestantes reaccionaran de manera violenta por esta acción, lo que marcó el inicio de una gresca que no estaba pactada.
Los padres, amigos y compañeros de los normalistas se retiraron del templete instalado frente al Hemiciclo a Juárez y 10 minutos más adelante un grupo fue el que reaccionó en contra de los efectivos.
Entre extintores y golpes
Un mando policiaco identificado como Neptuno resultó con quemaduras en su cuerpo al intentar apagar la improvisada fogata, al acercarse uno de los manifestantes le arrojó una bomba molotov y le prendió el uniforme.
Los policías, usando los extintores, rociaron a su compañero y los utilizaron también para dispersar a los protestantes, quienes buscaban lesionar unifiormado incendiado.
También quedó lesionado el subsecretario de operación policial de la SSPDF, Luis Rosales Gamboa, quien recibió un golpe en el rostro.
Mientras que de lado de los manifestantes se reportó una persona detenida y al menos una decena de lesionados.
Por su parte, el vocero de los padres de los estudiantes desaparecidos Felipe de la Cruz, se acercó a los manifestantes para pedir calma y terminar con los desmanes.
Bajan propaganda electoral como repudio a políticos
Mientras los padres y madres de familia describían uno a uno el dolor de la ausencia de sus hijos a ocho meses de su desaparición forzada, pequeños grupos de manifestantes, en su mayoría jóvenes, comenzaron a cortar con navajas, propaganda política de distintos partidos políticos que pendían de distintos cables e inmobiliario público de las inmediaciones.
Posteriormente se acercaron al contingente mayor, que se estaba justo enfrente del Hemiciclo a Juárez, y comenzaron a colocar la propaganda -de cualquier cantidad de partidos políticos- a unos metros del templete de donde los familiares de las víctimas exigían el retorno con vida de sus hijos.
De un momento a otro ese pequeño montón de plástico de distintos colores partidistas dejó de ser algo menor para convertirse en un gran cúmulo de propaganda de al menos un metro de altura.
El hartazgo ciudadano por la propaganda política era evidente. Y es que ahora eran varios más los que se habían sumado a la causa de dejar por los suelos a los candidatos políticos.
Apenas concluyeron los familiares de los 43 jóvenes su mitin, y de inmediato varios de los presentes, con cerillos y encendedores prendieron fuego a la basura electoral, lo que generó una enorme humadera negra en la zona.
Y a partir de ese momento la muchedumbre comenzó a enumerar del uno al 43 en voz alta, con el fin de recordar a cada uno de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
Esta octava movilización concluía de forma por demás tranquila. Familias, jóvenes y activistas comenzaban a despedirse entre besos y abrazos; se retiraban poco a poco cuando súbitamente un grupo de motociclistas policíacos se abrieron paso entre la muchedumbre y sin perder un sólo segundo, se bajaron inmediatamente de sus motos con extintores en mano y comenzaron a sofocar el fuego, acto que de inmediato provocó la ira de cientos de manifestantes que aún se encontraban en Avenida Juárez e inició así una fuerte confrontación entre manifestantes y policías que triplicaban en número a sus opositores.
Padres reconocen poca afluencia
Durante el mitin los padres reconocieron que en las marchas para protestar por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el número de asistentes ha ido a la baja.
Uno de ellos, el papá del estudiante Jorge Álvarez Nava dijo que son menos los asistentes «pero son los de verdad».
En el mismo sentido se expresó el vocero Felipe de la Cruz, quien indicó que aquellos que ven menos acompañamiento lo que no saben es que «se prepara la revolución» y agradeció la presencia de los asistentes en el Hemiciclo a Juárez.
Reiteró que los padres se oponen a que haya elecciones en tanto no aparezcan los normalistas.
Los familiares de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa no estuvieron solos. En el mitin que conmemoró los ocho meses de la desaparición de los estudiantes, acudieron los macheteros de San Salvador Atenco, el Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), el Partido Comunista Mexicano y el Frente del Pueblo Resistencia Organizada.
Al momento en que los policías irrumpieron en sus motos negras a apagar el fuego y que encendió los ánimos de algunos presentes, los contingentes no se engancharon y se retiraron.
Fueron algunos jóvenes presentes los que comenzaron las agresiones contra los elementos policiacos.
Mientras duró la refriega hombres embozados lanzaron piedras y botellas, a veces sin dirección, de manera indiscriminada.
Cuando llegó la calma un joven le reclamó a otro, este embozado, que le hubiera un recazo.
«Vamos contra ellos, no contra nosotros», y le reprochó que hiciera sus ataques cubiertos de la cara.
El anarco se quedó paralizado y sólo la intervención de una mujer detuvo la discusión.
Asimismo, los de Marabunta también resultaron afectados. Su jefe Miguel Barrera estaba con el rostro blanco por gas de extintor, y Carla, también del colectivo que monitorea las marchas y que no haya violaciones de derechos humanos, mostraba un rasguño en su cara que le hizo un policía.
Fueron parte de los saldos del enfrentamiento.