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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero de 2016.- La violencia escolar es un problema que nos atañe a todos y no lo vamos a resolver mientras se culpen mutuamente profesores, padres y autoridades, sentenció Nelia Tello, académica y exdirectora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La investigadora señaló que la única manera de enfrentarlo es asumiendo que la responsabilidad es de todos.
La casa de estudios explicó que en ocasión del Día Escolar de la no Violencia y la Paz, que se conmemora este 30 de enero, la también coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Violencia Escolar expuso que la tolerancia a esas actitudes es uno de los problemas más graves que enfrentamos como sociedad.
Nelia Tello dijo que en la sociedad no se han desarrollado habilidades de convivencia, “no sabemos cómo hablar de igual a igual ni cómo confiar en un ambiente donde todo apunta a la desconfianza; no sabemos cómo aceptar y, por lo tanto, es difícil generar entornos, al menos, de convivencia solidaria, donde no se trate de estar rodeado de mucha gente, sino de conectarse con el otro y crear una comunidad con características diferentes”.
La universitaria consideró que se debe mostrar a los niños y jóvenes cómo manejar los riesgos; “no se puede evitar la existencia de drogas, pero sí enseñarlos a vivir donde las hay y a decirles no”.
Este fenómeno, añadió, no sólo implica el bullying; consiste en una relación psicosocial individual que se debe atender porque puede tener condiciones graves.
Además, ejemplificó, “no podemos señalar a los niños involucrados como responsables de la violencia escolar”.
En realidad, esos actos son reflejo de lo que pasa en la colectividad, y no es diferente. Se presenta una violencia que es reconocida, como gritos y pleitos, pero también hay otra, no reconocida y cotidiana: el miedo, la desigualdad y la impunidad.
“Tenemos mucho por hacer: dejar de negar la existencia de los problemas, aceptarlos y atenderlos; permitir que los trabajadores sociales hagan su labor en los centros educativos y abrir horizontes esperanzadores”, indicó.
Nelia Tello consideró que la violencia se produce porque existen condiciones, y las escuelas aparentemente se han convertido en espacios que las crean. Ese fenómeno no sólo se relaciona con un ambiente adverso o con las drogas, sino con la desconfianza, exclusión y rechazo.