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MÉXICO, DF., 16 de julio de 2014.- Los diputados, senadores, dirigencia local y nacional, así como integrantes del Comité Ejecutivo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentaron ocho puntos por los que se oponen a las leyes secundarias de la reforma energética.
Los perredistas cerraron filas para unificar la postura del partido en los Grupos Parlamentarios en las cámaras de Diputados y Senadores, en las que –aseguraron– el futuro más negro con la reforma energética es para la Comisión Federal de Electricidad, pues la encamina a su desaparición.
El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, apoyado por el líder moral del partido, Cuauhtémoc Cárdenas, reiteraron su oposición a los dictámenes que reducen a las empresas Pemex y CFE a su mínima expresión, además de su privatización.
En uso de la palabra, el diputado Luis Ángel Espinosa Cházaro detalló los argumentos por los cuales la bancada unificará el voto en contra. En primer término la reforma energética del Ejecutivo federal aniquila a las empresas productivas del sector energético, aseveró.
“Tanto Pemex como CFE verán pasar la competencia internacional y con ello aumentará la dependencia energética, la extranjerización del sector y la renta petrolera.”
Asimismo “tolera la corrupción y la impunidad frente a casos como el de Oceanografía donde el Estado mexicano es pasivo sin ninguna ley que provea de mecanismos que permitan la transparencia y rendición de cuentas”, continuó.
Como tercer punto legaliza el despojo de tierras privadas, sociales y públicas para uso de las empresas extranjeras que llegaran al país a explotar los hidrocarburos y la energía, señaló el legislador perredista.
Agregó que se abandona la proveeduría nacional y protege al capital extranjero, además desaparece a la CFE, y al privatizar la industria eléctrica, está condenada a la segmentación, disgregación y por lo tanto a su extinción.
Advirtió que los trabajadores del sector energéticos serán los más vulnerables sujetos a los despidos masivos injustificados y, por último, recalcó que el modelo energético carece de sustentabilidad al marginar las energías limpias y renovables.