Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Miguel Ángel Yunes Linares
Mucho se ha hablado de la fortuna mal habida de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN y el PRD al gobierno de Veracruz. Es, dicen, ejemplo de la corrupción que tanto daño ha hecho al país. Manuel Espino Barrientos lo acusó hace años ante la Procuraduría General de la República, denuncia que, según el exdirigente del Partido Acción Nacional, comprende mansiones en todo el mundo, empresas inmobiliarias en México y el extranjero, ranchos, gasolineras y, entre otros bienes más, abultadas cuentas bancarias.
Pero todo eso “son pequeñeces”, consideran Horacio Zacarías Andrade y Humberto Luna, integrantes de un despacho de abogados que defiende derechos laborales de los burócratas del país que así lo desean. Y son minucias, insisten, si se toma en cuenta que el político veracruzano estuvo al frente del Instituto de Trabajadores al Servicio del Estado durante el sexenio del panista Felipe Calderón –del 1 de diciembre de 2006 al 22 de febrero de 2010–, luego de que fue recomendado por la maestra Elba Esther Gordillo Morales, exdirigente magisterial.
Resulta que cada año, cuentan, tres millones de trabajadores aportan el uno por ciento de su salario mensual para supuestas actividades culturales que no se ven, lo que al año suma una cifra mayor a los tres mil millones de pesos que no se sabe dónde están.
Lo mismo, agregan, sucede con el fondo para vivienda (Fovissste) y con los ahorros para el retiro (Pensionissste) donde hay que hablar con “palabras mayores”, porque políticos como Yunes “siempre han dispuesto a su antojo del dinero de los trabajadores”.
No hay que olvidar, ahora que se está a unas semanas de las elecciones del 5 de junio, que el candidato panista desarrollo gran parte de su carrera política como miembro del PRI desde 1969 y que fue Coordinador de Asesores del Secretario de Gobernación, Director
General de Prevención y Readaptación Social y Asesor de la Subsecretaría de Seguridad Pública. Con Patricio Chirinos Calero se desempeñó de secretario general de gobierno, Presidente del Tribunal Fiscal, Asesor Jurídico de Asuntos Legislativos y presidente estatal del PRI veracruzano y también diputado local y federal no sólo una vez. Cabe señalar que, más que al PRI, si riqueza y trayectoria más importantes se las debe al PAN.
Bien, tanto Horacio Zacarías Andrade y Humberto Luna informan que se han interpuesto más de mil 300 demandas contra el ISSSTE, a fin de intentar recuperar los recursos que por derecho corresponden a los trabajadores demandantes y que son cerca de 800 millones de pesos “ganados, afirman, con nuestro esfuerzo”.
Lo cierto es que desde hace casi 5 años vienen arrastrando una serie de litigios que son postergados una y otra vez por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, como parte de una estrategia de dilación para no cubrir la deuda que el gobierno federal tiene con los trabajadores al servicio del Estado y cuya suma, aseguran, equivaldría a varios Fobaproa juntos.
Las demandas se encuentran en proceso jurídico concentradas en 13 expedientes. El número 100/2012 ya concluyó y tendría que pasar a resolución; mientras que los 683/2011 y 752/20111 se encuentran en la última etapa y sólo falta por desahogar la pericia actuarial.
Sin embargo, y en esto radica uno de los principales problemas de los demandantes, es que, al parecer, hay una estrategia de dilación que busca retrasar los pagos que les corresponden. Consideran que, por consigna, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje está acumulando las demandas nuevas en expedientes que ya están resueltos o por resolverse, de modo que los litigios nunca terminen y, por el contrario, sí la vida de quienes se dicen víctimas del fraude.
Los integrantes de la Organización de Jubilados y Pensionados de la UNAM así como trabajadores del Estado pertenecientes a otras instituciones, quienes el pasado de febrero se manifestaron frente a las instalaciones del ISSSTE en Buenavista, advierten que a los trabajadores en activo también son víctimas, pues desconocen si los montos que aparecen en los saldos de sus subcuentas de los Fondos de Ahorro para el Retiro son reales o cantidades “caprichosas” para su dinero, en este caso de los burócratas, se siga gastando en campañas políticas de sus ex directivos.
Enredado además en casos de pederastia en el sonado caso del empresario Jean Succar Kuri —Los Demonios del Éden, libro de Lydia Cacho—a Miguel Ángel Yunes Linares se le recuerda en Veracruz por la represión que desató en contra de campesinos e indígenas cuando fue secretario general de Gobierno.
En el país, porque en junio de 2011 la propia Elba Esther Gordillo, entonces líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, exigió una auditoría pública a su gestión como director del ISSSTE, a quien reconoció haber apoyado, pero solicitó, en ese momento, la revisión de 58 mil millones de pesos.
Finalmente, lo que más sorprende del político veracruzano es que vaya como candidato al gobierno de Veracruz con el apoyo, también, del Partido de la Revolución Democráticas, que en esta ocasión se acabó de desenmascarar.