Presenta Magdalena Contreras protocolo contra violencia de género
MÉXICO D.F., 14 de septiembre de 2014.- La zona de Cuautepec en la delegación Gustavo A. Madero atraviesa una de las peores crisis de inseguridad y es que desde el arribo de la actual jefa delegacional, Nora Arias –quien “heredó” el cargo de Víctor Hugo Lobo, señalado como su pareja sentimental– las colonias que enmarcan esta parte de la demarcación se han convertido en unas de las más peligrosas de todo el Distrito Federal, dando paso a asesinatos, la masacre de una familia completa, robos a comercios establecidos, robo a casa habitación, a transeúntes, violaciones y agresiones constantes con armas de fuego.
Ante este panorama, quienes más padecen la ineficiencia de quien fuera directora de Desarrollo Social durante la administración de Lobo Román, son los micro empresarios que por más de una década han consolidado una fuente importante de empleos en la zona, sin embargo desde diciembre pasado la oleada de asaltos y amenazas por parte de los criminales ha diezmado sus ganancias en casi el 50 por ciento.
Al menos una vez al mes, los negocios de la zona son víctimas de robos, los cuales comenzaron siendo de mercancías, una vez que los establecimientos cerraban, por la madrugada los ladrones violentaban chapas, cortinas y ventanas para extraer artículos de valor, sin embargo, ante el endurecimiento de las medidas de seguridad, las irrupciones se transformaron en asaltos a mano armada, entre 10 de la mañana y 12 del día y muchos de ellos terminaron en heridas con armas de fuego.
Todos estos sucesos ocurren sin que los agentes policiales se percaten o intervengan, por lo cual los comerciantes han destinado gran parte de sus aniquiladas ganancias a sistemas de seguridad electrónicos como cámaras de video vigilancia, circuitos cerrados y alarmas vecinales, con la esperanza de disuadir a los delincuentes, todo ello ha costado a cada negocio entre 10 mil y 15 mil pesos.
“Los sistemas de seguridad es una inversión que hemos tenido que hacer ante la falta de alternativas, porque al momento de los atracos los policías desaparecen como por arte de magia y muchas veces nadie se entera de lo que pasa y si se llegan a percatar ni siquiera intervienen, al menos con un sistema privado sabes que contamos con alguien que nos auxilie de fuera, lo lamentable es que estamos gastando el doble de nuestras ganancias mensuales para la seguridad que debería proporcionarnos el gobierno”, explicó una de las comerciantes a Quadratín/ México.
Sin embargo, la peor parte no es enfrentarse a los ladrones, ser amenazados y lastimados, sino presentar una denuncia, reveló una de las locatarias agredidas, pues una vez que se presentan en la Agencia del Ministerio Público No. 21 (por su cercanía con la zona es la más accesible para los ciudadanos) comienza la re-victimización por parte de los agentes, quienes sin sensibilidad agreden a los denunciantes, se burlan de ellos y omiten información relevante para la presentación de denuncias, como orientación, datos del servidor público que los atiende y procedimientos subsecuentes.
“El viernes pasado llegué a denunciar junto con mi empleada un asalto a mi negocio, es lógico que después de que dos mujeres son amenazadas con pistolas estábamos alteradas, pero nos controlamos, sin embargo el agente en turno se burló de nosotros, nos tildó de tontas porque no llenábamos adecuadamente el acta y se negó a darnos sus datos, conforme indica el protocolo de atención”, narró una de las recientes denunciantes.
Entre algunas de las averiguaciones previas de hechos delictivos ocurridos en Cuautepec destacan FGAM/GAM-1/T2/0123/14-01, FGAM/GAM-7/T2/00114/14-01 y FGAM/GAM-6/105/14-01, todas ellas por robo a mano armada con violencia.
Cuautepec tiene varios meses en el centro de la atención mediática, luego que el pasado 18 de octubre dos niños de 12 y 13 años y su prima de 19, fueron acribillados con armas AK-47 al salir de su casa, suceso que dejó regados 80 casquillos percutidos y los cuales fueron señalados por las autoridades como un ajuste de cuentas.
A estos asesinatos se suman el del presunto narcomenudista, Roberto Novoa López, El Bofes, a principios de junio y el ataque contra integrantes de una familia a la semana siguiente en el que murieron seis personas, entre ellos dos menores.
A los saldos rojos se han sumado los conductores de microbuses, que frente al incremento de asaltos a transporte público habían implementado diversos esquemas de seguridad y protección, no obstante varios de ellos han sufrido severas golpizas por protegerse de los asaltos.
“Hace poco uno de los compañeros pasó varios días en el hospital, la advertencia fue clara, los tenemos que dejar que se suban a asaltar, por eso hemos optado por pedirle a los pasajeros que viajes con el dinero mínimo, sin objetos de valor y que no se resistan a los robos, al final lo material se recupera, pero la vida no”, declaró uno de los conductores que circulan de Cuautepec al Metro Politécnico Nacional.