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MÉXICO, DF, 17 de septiembre de 2014.- Una red de constructoras, que extrae recursos públicos mediante licitaciones simuladas y cuyos miembros enfrentan órdenes de aprehensión por desvío, construyó parte de las instalaciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, que se realizarán en Veracruz del 14 al 30 de noviembre, destaca la primera edición de Noticias MVS.
“Expectras Infraestructura” es el nombre de la compañía que comparte representantes legales y números telefónicos con firmas como Goli, Moraza y Crey, acusadas por incumplimiento de contratos y que siguen impunes después de 5 años de operar con prácticas ilegales, de acuerdo con una investigación conjunta entre Noticias MVS y la plataforma de periodismo latinoamericano Connectas.
En las licitaciones que ganó para los Juegos Centroamericanos, esta red dejó inconclusas la mayoría de las obras que se le encargaron y, para culminarlas, el gobierno de Veracruz contrató a otra constructora que trabaja a marchas forzadas, para cumplir con la fecha de inauguración.
Antes de que existieran pesquisas oficiales en su contra, en junio del 2013, la Primera Emisión de Noticias MVS reveló que ese grupo de más de 10 empresas obtuvo ilegalmente alrededor de mil 800 millones de pesos, en Chiapas, Oaxaca y el mismo Veracruz, durante cinco años, a partir del 2009. En algunos de esos concursos simularon competir entre ellas.
El nexo más contundente entre estas constructoras, ya expuestas públicamente, con Expectras, aparecida con motivo de los Juegos Centroamericanos, está en el uso de los mismos representantes. Jorge Miguel Sánchez, Griselda Belén Picos Alvarado y Yesenia Campos Viveros son los firmantes en licitaciones a nombre de Expectras.
Esos mismos personajes representaron, meses atrás, a firmas como Crey, Goli y Moraza en concursos para otro tipo de construcciones en Veracruz. Por ejemplo, en la restauración de un puente en el municipio de Las Choapas, en noviembre del 2011, el gobierno veracruzano invitó a tres empresas a presentar propuestas: Alta Kons, Crey y Expectras: Leónidas Quintero, Jorge Miguel Sánchez y Cuauhtémoc López Montes de Oca, respectivamente.
Sin embargo, los representantes de las tres, en realidad, trabajaban para la misma organización, de acuerdo con otras licitaciones del gobierno veracruzano y el propio Jorge Miguel Sánchez, quien en una entrevista telefónica negó conocer los nombres de las compañías, pero aceptó que Leónidas Quintero y Cuauhtémoc López Montes de Oca eran parte de Expectras.
En el caso de los Juegos Centroamericanos, Expectras fue la única empresa que presentó una propuesta para la remodelación del Estadio Luis Pirata Fuente, por 126 millones de pesos. Su representante fue el propio arquitecto Jorge Miguel Sánchez. Este mismo personaje apareció en la licitación de la Ciudad Deportiva Leyes de Reforma, por otros 794 millones de pesos.
En total Expectras pudo manejar recursos públicos por 920 millones de pesos en esos dos concursos. Con este dinero, debieron construir y remodelar 9 obras para los Juegos Centroamericanos:
Expectras debió terminar el trabajo el primero de julio de 2014. Sin embargo, apenas cinco meses después de que Expectras ganó esa primera licitación, en septiembre de 2013, el gobierno de Javier Duarte decidió emitir otra convocatoria de licitación.
En esta segunda licitación se volvieron a incluir conceptos que ya se le habían encargado a Expectras: la Ciudad Deportiva Leyes de Reforma, el Centro Acuático, el Pabellón de Frontón, la remodelación del Estadio de Beisbol Beto Ávila y la rehabilitación del Instituto Veracruzano del Deporte.
En el acta de junta de aclaraciones se explica que, “debido a modificaciones en el programa deportivo”, de esa licitación se cancelarían las instalaciones para Ciclismo de Montaña y el Centro Deportivo Veracruzano. Y se añadieron algunas obras que no se le habían asignado a Expectras, como el Estadio Xalapeño, el Gimnasio Omega o el World Trade Center Veracruz. El contrato de esta segunda licitación fue de 731 millones de pesos, casi lo mismo que la que ganó Expectras.
Incluso las empresas que participaron en la segunda licitación tuvieron dudas con respecto a las condiciones en las que tendrían que reanudar las obras. En la misma junta de aclaraciones, una de las constructoras participantes preguntó:
“¿Cuenta la Secretaría de Infraestructura (de Veracruz) con los levantamientos restantes (es decir, los reportes de estado de obra)? en caso afirmativo, ¿en qué fecha y lugar serán entregados por la convocante?”.
La secretaría contestó que enviaría una respuesta a más tardar el 11 de octubre de 2013, pero esa información ya no se hizo pública.
Finalmente, esta segunda licitación la ganó Grupo Corporativo Urbi, que empezó a trabajar de inmediato, en noviembre de 2013, pues prometió entregar las obras a más tardar el 6 de septiembre de 2014.
El gobierno de Veracruz reconoció haber contratado a Expectras, según el fallo de las licitaciones, disponibles en el sistema estatal de transparencia; pero lo que no aparece es el contrato, en el cual deben estar las fechas de entrega, la forma de pago y las sanciones en caso de incumplimiento. Hasta el momento no se sabe si existe un proceso sancionador contra Expectras o si, en su caso, ésta regresó el dinero.
Recientemente la revista Proceso publicó que tampoco estará lista la villa para deportistas, por lo que los atletas dormirán en hoteles y moteles; no obstante, Expectras no está involucrada en ello.
El gobernador, Javier Duarte, dijo que el presupuesto final será de 2 mil 900 millones de pesos, concentrados en un fideicomiso y prometió que todo estará listo. En ese fideicomiso, del cual se pudo pagar a Expectras por las obras inconclusas, hay recursos federales, estatales, municipales y privados.