Avanza IPN en desarrollo de vacunas experimentales y vectores virales
México, DF, 15 de noviembre de 2014.- Un equipo de científicos del Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) unidad Durango creó un dispositivo que utiliza energía solar que descontamina el agua para librarla de microorganismos patógenos y elementos tóxicos como el arsénico y el flúor, informó un comunicado.
Estos dos minerales representan una amenaza para la salud pública mundial, ya que diversos países como Argentina, Bangladesh, Chile, China, India, México y Estados Unidos tienen altas concentraciones de ellos en el subsuelo, que después se filtran al agua y la contaminan.
María Teresa Alarcón, investigadora del Cimav, explicó que en las zonas más áridas de México, el agua para consumo humano proviene de pozos con concentraciones muy altas de ambos elementos químicos.
Ambos contaminantes naturales del agua se han convertido en venenos silenciosos, ya que no provocan una reacción inmediata en el organismo, sino hasta transcurridos 10 o 20 años, cuando se manifiestan enfermedades crónicas irreversibles como diabetes, cáncer y lesiones cutáneas, agregó la investigadora.
Para afrontar el riesgo potencial que representa el agua contaminada para la población, desde 2003 el Cimav inició el proyecto Desarrollo de Tecnología para la Remoción de Flúor y Arsénico en Agua de Consumo Humano, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Alarcón detalló que en los primeros años del proyecto trabajaron en el desarrollo de materiales para la captación, concentración y transformación de la energía solar en calor.
Actualmente se trabaja en el desarrollo de tecnología para la descontaminación del agua a través de un proceso denominado desalinización térmica, basado en los fenómenos físicos de evaporación y condensación.
«La desalinización solar térmica consiste en hace pasar, en contraflujo, aire caliente de tal manera que este arrastre el agua, y como está caliente, la evapora, entonces el aire se satura de agua y se forma una nube que la condensa; al condesarse, los contaminantes se quedan abajo del recipiente y el agua que se obtiene ya está descontaminada y desinfectada», explicó la investigadora.
El sistema de desalinización térmica es muy económico si se compara con el proceso tradicional de desalinización que requiere altas temperaturas y que prácticamente lo hace incosteable para muchas poblaciones, agregó Alarcón.
«El sistema tradicional de desalinización no se utiliza porque desde el punto de vista energético es inviable, ahora con el desarrollo de tecnología para captar energía solar, este proceso se vuelve una opción práctica que puede ser altamente competitiva para emplearse en diferentes comunidades», manifestó la integrante nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En la próxima etapa de este proyecto, la cual se espera que comience en 2015, se construirá una planta piloto en Durango para que se pueda analizar la viabilidad económica del equipo.