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MÉXICO, DF, 21 de marzo de 2015.- El escritor Jesús Vicente García vive obsesionado con la ciudad de México. Y así lo demuestra su reciente obra, Después de bailar ¿qué?, donde ubica a sus personajes en bares, antros, calles, parques, espacios públicos y con un excelente manejo de diálogos y descripciones, nos la pinta como es: sucia, alegre, en ocasiones malhumorada, inaguantable, bella… Y caótica o no, Pamelo –su nombre de batalla– dice que la metrópoli sobrevive a pesar de sus gobernantes. Los personajes de Jesús Vicente –detectives literarios, perros zombie, artistas, taxistas, poetas, gatos, bohemios, músicos, prevaricadores, bailadores…– viven y se expresan en una ciudad que se ha ido transformando y que desgraciadamente –ya en la realidad– “se ha convertido en un botín político de partidos que no tienen color”. Después de bailar ¿qué? es el tercer libro de cuentos de Jesús Vicente. También tiene dos novelas: El Gran Vals y Muere Gusano Muere. Toda su obra ha sido publicada por la editorial Fridaura, a excepción de El Gran Vals (su primera publicación) editada por Plan C Editores. Ante una nutrida concurrencia en el Bar del poeta, acompañado por Guillermo Vega Zaragoza, Begoña Borgoña y Juan Luis Nute –los presentadores de la obra–, Vicente Jesús y/o Pamelo, afirma que hace algunos años, con la irrupción de la izquierda como gobierno en la ciudad, sintió que las cosas cambiarían y sí: la ciudad se fue transformando. Aparecieron nuevas vialidades, se mejoró el transporte, hay más información, la cuestión de la diversidad sexual se entendió mejor…, pero también ha florecido la corrupción, como en el caso del Instituto de la Vivienda, donde hay que dar mochadas para conseguir casa. Los representantes populares se han vuelto más cínicos, cometen raterías sin castigo. Pero la ciudad se asimila, dice y acusa: “el PRD se convirtió en todo aquello que criticaba”. La escritura de Jesús Vicente tiene un gran ritmo urbano. Pinta a la ciudad de México sin tapujos, con sus defectos y virtudes. Parte esencial, fundamental, es su gente, la que vive o sobrevive en ella. En Después de bailar, ¿qué? el autor hace una excelente fotografía –a veces a color, a veces en sepia o en blanco y negro– de nuestro Distrito Federal. Para el autor de 46 años, egresado de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México, (Sogem) y licenciado en Letras Hispánicas por la UAM Iztapalapa, la lectura es fundamental. Explica: “Cuando uno lee es transportado a otros mundos. Dejamos esta vida terrenal por un momento. Y al regresar de esos otros lugares regresamos con más conocimiento, con más herramientas, más información y eso crea nuevas expectativas. La literatura te tiene que pegar en las llagas que tengas abiertas. Y leer provoca eso y más”. Pamelo hace una pausa, reflexiona y remata: “La ciudad es un caos…, la sufro, pero también la amo”.