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MÉXICO, 23 de noviembre de 2014.- Los 11 detenidos en el Zócalo la noche del 20 de noviembre han recibido muestras de apoyo en redes sociales, en comunicados e incluso algunos familiares y amigos de ellos pasaron la noche del 21 de noviembre en instalaciones de la Subprocuraduría Especializada de Investigaciones en Delincuencia Organizada (SEIDO).
Quadratín recopiló información entre familiares y amigos de algunos de ellos para conocer cómo fueron detenidos. De acuerdo con Ana Cruz Olguín, mamá de Hillary Analí González, al ver que su hija no llegaba creyó que estaba desaparecida al no saber de ella por casi un día. Cuando por fin tuvo contacto con ella en la SEIDO, Hillary le contó que cuando intentaba replegarse del desalojo de los granaderos, se tropezó y al caer la detuvieron, además de que recibió patadas de elementos policíacos.
El estudiante de pintura Atzín Andrade fue detenido porque esperaba a un amigo, de nombre Iván y de cuya suerte estudiantes de la escuela de Artes La Esmeralda ignoran su paradero. La detención de Atzin fue videograbada y generó muestras de solidaridad de parte de estudiantes de arte, quienes pasaron la noche frente a la SEIDO para pedir su liberación.
Otro caso es el de Laurence Maxwell Ilabaca, estudiante chileno del doctorado de Letras, quien de acuerdo a algunas versiones, fue detenido cuando salió a comprar un tamal, inició el desalojo y no pudo escapar. Su caso ya fue tomado por el consulado de Chile en la ciudad de México.
Otro caso es el de Juan Daniel López Ávila, cuya familia es integrante del Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), organización que este 22 de noviembre marchó por Avenida Reforma para pedir la liberación de él y los demás detenidos.
En la marcha también fue detenido Hugo Bautista Hernández, estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). De 20 años, es definido por su tío como “un chamaco estudioso, tranquilo, que es padre de un niño de tres años y en su tiempo libre se lo dedica a él”.
Estudiantes de la misma carrera de Hugo también acudieron a la Subprocuraduría, pero se retiraron para planear las acciones que tomarán para pedir la libertad de su compañero.
La lista de los 11 detenidos que fueron consignados este 22 de noviembre a centros federales de reclusión social (Ceferesos) de Nayarit y Veracruz es la siguiente: Hugo Bautista Hernández; Tania Damián Rojas; Juan Daniel López Ávila; Atzín Andrade González; Laurence Maxwell Ilabaca; Liliana Garduño Ortega; Hillary Analí González Olguín; Luis Carlos Pichardo Moreno; Roberto César Jasso del Ángel; Ramón Rodríguez Patlán y Francisco García Martínez.
Los hombres fueron trasladados a Veracruz y las mujeres a Nayarit.
POR UN TROPIEZO
Ana Cruz Olguín pasó casi 24 horas sin saber nada de su hija Hillary Analí González Olguín, una de las 11 personas detenidas en el Zócalo la noche del 20 de noviembre, luego del desalojo efectuado por granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina como de la Policía Federal.
Comenzó a buscarla la noche del jueves 20, y hasta la tarde supo que había ido a la marcha por los 43 normalistas de Ayotzinapa, y que había sido detenida. Fueron los amigos de su hija quienes le avisaron a la familia, por la red social Facebook, que la estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM estaba detenida en las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada de Investigaciones en Delincuencia Organizada (SEIDO).
Cruz Olguín se dirigió a las instalaciones de la Subprocuraduría, con la intención de saber cómo se encontraba Hillary y hablar con ella. Llegó en la noche del viernes 21 y pudo verla alrededor de las 22:30 horas, luego de un largo trámite.
“Fueron como tres minutos los que me dieron con mi hija. A ella no le dieron oportunidad de llamarme, por eso me pasé casi un día buscándola en delegaciones, fui al búnker de la Procuraduría de Justicia (del Distrito Federal), a la Comisión de Derechos Humanos”, recuerda la mamá de la estudiante.
La maestra quien trabaja en una escuela de Hidalgo, dice que el 20 de noviembre su hija no le avisó que acudiría a la marcha. La razón es que ella ya se lo había prohibido.
Por eso es que cuando regresó a casa temió lo peor, presintió que algo le había pasado, y entre lágrimas incluso pensó en que Hillary hubiera corrido la misma suerte que los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Llegó a la SEIDO, presurosa, pero lo hizo sin un abogado, y solo al intentar ver a su hija se dio cuenta que requería asesoría jurídica, y que le explicaran que por ejemplo tenía 48 horas para presentar pruebas de descargo a su favor antes de ser consignada, las cuales no transcurrieron.
“Las autoridades abusan de que uno no tiene conocimientos de eso”, dice a Quadratín.
Cuando por fin visitó a su hija, Hillary le contó que cuando el 20 de noviembre los granaderos replegaron a los manifestantes, entre quienes había niños, ella se tropezó.
“Me dijo que al caer los policías la patearon. Me aseguró que ella no tenía nada que ver con las acusaciones”, dice Olguín.
Hillary fue acusada el viernes de terrorismo, delincuencia organizada y tentativa de homicidio, y el 22 fue consignada al Centro Federal de Reclusión Social (Cefereso) Femenil de Nayarit, a las 07:00 horas, aunque a su mamá le avisaron después del mediodía.
La distancia hace más complicada la defensa de Hillary. Cruz Olguín no puede abandonar su empleo, ya que con él mantiene a su hija presa y a su hermana, y el padre de ambas está sin empleo.
Por eso es que pasó la noche en la SEIDO, para exigir la liberación de su hija sin cargos, porque está segura de que es inocente, sobre todo del cargo de terrorismo, que se le hace “muy fuerte”.
(Los cargos de terrorismo y delincuencia organizada fueron eliminados por la tarde del 21 de noviembre, pero les pusieron el de asociación delictuosa y tentativa de homicidio, y no les han permitido que designen un abogado, por lo que los detenidos son defendidos por los de oficio, que parecen tener la consigna de no ayudar, dijo el asesor legal Alejandro Jiménez).
DETENCIÓN VIDEOGRABADA
Atzín Andrade es un estudiante de 29 años de la escuela de arte La Esmeralda, perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Él también está en la lista de 11 detenidos que fueron trasladados a ceferesos, en su caso fue enviado a Veracruz.
Compañeros suyos acudieron la noche del 21 a las instalaciones de la SEIDO a protestar por lo que consideraron es una detención arbitraria y se expresaron con música, que era de acordes lentos, tristes. En tanto otras compañeras bailaban y la expresión corporal era también de tristeza. Al enterarse de que estaba acusado de terrorismo, comenzaron a lanzar gritos: “No somos terroristas, somos artistas”.
La detención de Atzín fue videograbada por el periodista especializado en rock conocido como “Chava Rock”. El video, disponible en YouTube, se titula “Detención de estudiante Atzín Andrade”, dura 19 segundos y se ve que de la plancha del Zócalo hacia Palacio Nacional se lo llevan granaderos, y él alcanza a decir a cámara lo siguiente: “Soy Atzín Andrade, soy estudiante de Bellas Artes, estaba parado y me llevan”.
La mamá de Atzín, María Teresa González, fue a ver a su hijo, pero no pudo entrar porque olvidó su credencial del Instituto Nacional Electoral, por lo que su hija entró a verlo. También pasaron la noche en la SEIDO. Por el nerviosismo que atravesaba, González prefirió no dar declaraciones, aunque agradeció públicamente a los alumnos de La Esmeralda el apoyo.
Atzín le dijo a su hermana que estaba cerca de la puerta de Palacio Nacional, y se había quedado de encontrar con otro amigo en el asta bandera, recuerda Patricio Collado, compañero suyo.
“Pero empezaron los bombazos y todo mundo empezó a correr, Atzín se replegó, otros amigos se replegaron hacia atrás, llegaron al asta bandera donde quedó de verse con el otro amigo, y en medio de los gases lacrimógenos ellos pararon, llegaron los granaderos y se los llevaron cuando ellos estaban parados. La cosa que se me había olvidado mencionar es que su otro amigo al parecer dio un nombre falso por temor o no sabemos y su paradero sigue desconocido. Se llama Iván, por lo que sé”.
Collado, quien fue entrevistado fuera de la SEIDO, explica que, como los otros 10 detenidos, Atzín o su familia no pudieron designar a su propio abogado.
“Fue un proceso extraño, les impusieron abogados, ninguno tuvo derecho a designar a sus propios abogados, entonces no hay declaraciones veraces”.
Adelantó que el 25 de noviembre planean hacer otra marcha pacífica para pedir la liberación de los 11 detenidos.
EL CHILENO QUE FUE POR UN TAMAL
La Asamblea de Posgrado Universitario organizó apuradamente una reunión la tarde del viernes 21 de noviembre. El tema era discutir las acciones para pedir la liberación de un compañero del doctorado de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el chileno Laurence Maxwell Ilabaca.
Como los otros 10, también fue consignado y en su caso, como todos los del sexo masculino, llevado al Centro de Readaptación Social de Villa Aldama en Veracruz, lo que ya causó la reacción del cónsul chileno en la ciudad de México, José Jaliliye, quien informó a Quadratín que viajará este 23 de noviembre a conocer la situación de su compatriota, acusado de delitos de motín, tentativa de homicidio y asociación delictuosa.
El estudiante chileno de posgrado también recibió muestras de solidaridad en la SEIDO, y compañeros de posgrado fueron a hacer acto de presencia el viernes 21 y el sábado 22. Incluso un compatriota suyo llevó una bandera del país andino, para mostrar su apoyo, y dijo que no había familiares de Laurence en México.
De acuerdo con una fuente de la Asamblea de Posgrado que pidió el anonimato, Laurence había llegado el 20 de noviembre de Oaxaca. Descansó un rato y luego aprovechó que tiene su domicilio en el Centro Histórico, por lo que salió con unos amigos y se dirigieron al Zócalo y mientras él compraba un tamal, vino el segundo repliegue de los granaderos, y ahí fue detenido. Según dicha fuente, ni siquiera había ido al mitin.
De acuerdo con un comunicado que circula por internet, el estudiante chileno había ido al Zócalo en su bicicleta y eso fue lo que le impidió moverse, ante la corredera de los que iban a pie.
Fue llevado a la SEIDO, se le fincaron los mismos cargos que a los demás 10 detenidos, y como ellos fue trasladado el 22 de noviembre a las 07:00 horas a Veracruz.
EL ESTUDIANTE QUE MOVILIZÓ A LOS PANCHOS VILLAS
La tarde del 22 de noviembre a las 14:30 horas familiares y amigos de detenidos marcharon del Ángel de la Independencia a la SEIDO para exigir la liberación de los 11 detenidos el 20 de noviembre en el Zócalo en la marcha por Ayotzinapa.
Convocada a las 14:00 horas, inició media hora después porque eran pocas las personas reunidas. Pero todo cambió cuando aparecieron dos “Panchomóviles” y de 10 microbuses bajaron militantes del aguerrido Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI), con banderas rojas.
En cuestión de minutos se organizaron, formaron un Comité de vigilancia de 10 hombres con palos, para evitar la incursión de infiltrados, y dieron la orden de impedir a hombres o mujeres cubiertos del rostro sumarse a la manifestación. “Son del gobierno”, aseguraron.
Iniciaron la marcha acordonados, en orden y sin dejar de gritar consignas. La razón de que marcharan es que uno de los suyos, Daniel López Ávila es uno de los 11 detenidos que fueron consignados por asociación delictuosa y ahora está preso en Veracruz.
López Ávila tiene 18 años, es estudiante del Instituto de Estudios Medio Superiores (IEMS) de la colonia Agrícola Oriental. Su papá, Juan Francisco López Nepomuceno, uno de los que marcharon. Dice que habló con Daniel la noche del 21 de noviembre por cinco minutos.
Su hijo le contó que cuando sus compañeros se retiraron de la plancha del Zócalo, él se quedó a esperar a un compañero.
“Pero cuando inició la represión él llegó a la escalinata del Palacio del Ayuntamiento, un policía llegó y le pegó con un escudo. ¿Por qué? Por andar en la marcha. Tenía un golpe en el pecho y otro por la cintura”, dice López Nepomuceno.
El papá de Daniel recuerda que su hijo no llegó con el contingente del FPFVI, porque tuvo que ir a la escuela, y llegó hasta las 20:00 horas al Zócalo. (Los “Panchomoviles” llegaron ese día a la plancha alrededor de las 19:00 horas).
Al preguntarle si considera a su hijo como responsable de causar violencia, afirma que la organización no permite eso. Respecto a la acusación inicial de terrorismo, dice que para hablar de eso, se requieren varios y él ignora de quién es la acusación.
Como otros familiares de detenidos, critica que no les permitieron designar a un abogado, lo que es una violación a sus derechos.
López Nepomuceno agrega que aunque su hijo asevera que ya detenido no recibió abusos, se notaba serio.
“Él que sabe ser alegre, estaba triste y apagado”.
El papá de Daniel llegó con el contingente del Frente a la SEIDO donde exigieron la libertad del estudiante del IEMS y de los demás detenidos. Se retiraron a las 16:30 horas.
Debido a que Daniel estudia en el IEMS, el Sindicato Único de Trabajadores del IEMS (SUTIEMS) anunció que lo ayudará.
“La situación amerita acciones contundentes, pues nuestros estudiantes son el centro de interés de nuestro modelo educativo y como sindicato estamos dispuestos a apoyar y actuar en todo lo que requiere en este momento tanto Juan Daniel López Ávila como su familia. En este mismo sentido pedimos la intervención del Gobierno del Distrito Federal”, dio a conocer el sindicato a través de un comunicado emitido el 22 de noviembre.