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MÈXICO, DF, 17 de julio de 2014.- Un grupo interdisciplinario de estudiantes de la UNAM construye un robot que podría contribuir en tareas de protección civil, así como un vehículo no tripulado, con fines científicos en el área de la biología marina.
Bajo la coordinación de Humberto Mancilla Alonso, estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, desarrolla diversos dispositivos robóticos para beneficio humano, entre ellos, un pequeño robot terrestre denominado Omnimóvil, cuyo objetivo es contribuir en las tareas de protección civil.
Se trata de un prototipo “todo terreno”, con movimientos diagonales, laterales, frontales y en reversa; es capaz de girar sobre su propio eje, lo que le permite gran maniobrabilidad en espacios reducidos. Además, tiene una suspensión mecánica independiente que le facilita mayor movilidad.
“La versatilidad le brinda la posibilidad de acceder a situaciones complejas, a terrenos difíciles o complicados. Por ejemplo, en caso de un derrumbe por sismo o explosión, sus sensores tendrían la capacidad de esquivar o pasar por encima de las piedras en busca de señales de vida o para detectar fugas de gas”, señaló Mancilla Alonso.
En ese tipo de siniestros, la participación de bomberos o de grupos de rescate compromete la integridad de las personas, por lo que sería importante enviar primero un artefacto que establezca la gravedad de la situación, abundó.
El grupo, conformado por alumnos de las áreas de mecatrónica, así como de las carreras de Ingeniería Mecánica y de Diseño Industrial, realizó el proyecto mecánico de la estructura, “lo que le da un plus a este dispositivo innovador y proporciona a los jóvenes experiencia y motivación”, indicó el académico.
El docente universitario dijo que la elaboración de estos prototipos responde a la inquietud de los estudiantes, quienes propusieron proyectos vinculados: «La robótica cooperativa empieza a tomar importancia en el mercado y en aplicaciones tan diversas como el rescate, supervisión y monitoreo, así que consideramos como una oportunidad el desarrollo de vehículos de supervisión y monitoreo operados desde alguna central lejana”.
Entonces se plantearon el objetivo de cristalizar su capacidad y ofrecer sus servicios a otro centro de investigación que requiera artefactos con ciertas especificaciones.
El equipo recibió una petición de colaboración de un centro de investigación de la propia UNAM, que les planteó la necesidad de un artefacto teledirigido con capacidad para soportar la presión bajo el agua, es decir, sumergible a grandes profundidades, que tome fotografías, realice batimetría (estudio de las profundidades marinas) y funciones de topografía, entre otras.
A partir de ello surgió la necesidad de elaborar un mecanismo con aplicaciones de monitoreo acuático de mayor precisión, que obtuviera datos, imágenes fotográficas y video de arrecifes de coral sin dañarlos. También, que enviara la información, en forma remota, a los centros de investigación y fuera funcional en la exploración de zonas de riesgo, como las utilizadas por la industria petrolera o con daños radiactivos.
Sylvana Martínez Peredo y Samuel Ledezma Flores, quienes desarrollan el vehículo no tripulado (dron), mencionaron que este tipo de aparatos tienen gran potencial en áreas diversas porque pueden desplazarse con rapidez y superar cualquier tipo de obstáculo, además de ofrecer imágenes y otro tipo de información colectada por medio de sensores.
Las especificaciones principales serían, entre otras, revestir el dron con un material que no sea agresivo con el ecosistema, sumergible a una profundidad de entre 30 y 40 metros; dotarlo de una cámara acuática de alta calidad; luz que no dañe el entorno; sistema inalámbrico para la transmisión de datos en tiempo real, así como batería recargable.
“Nos emociona poder contribuir en ese aspecto, pues existe la necesidad de este tipo de instrumentos para efectuar tareas de investigación, y el que diseñamos facilitaría esa labor”, externaron.
Mancilla Alonso mencionó que los alumnos de Aragón han aportado mucho. “Como académico es satisfactorio contar con un grupo multidisciplinario con la misma filosofía de vida, lo que permite un compromiso intenso con sus prototipos. Eso nos puede dar como institución una carta de presentación fuerte, debemos fomentar en los jóvenes que dejen de casarse con lo comercial y generar nuestras propias soluciones”.