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MÉXICO, DF., 18 de septiembre de 2015.- El tenor Plácido Domingo recibió de parte del Gobierno del Distrito Federal el premio Ángel de la Ciudad, por su papel para intensificar la búsqueda de personas durante las horas y días posteriores al sismo del 19 de septiembre de 1985, que devastó a la ciudad de México.
Además de sumarse a las labores de rescate no sólo de sus familiares y vecinos afectados por los derrumbes en el edificio Nuevo León, sin importarle arriesgar su privilegiada voz, el artista realizó, pasadas tres semanas del terremoto, conciertos en distintas partes del mundo para recaudar fondos de apoyo para la reconstrucción.
Presente en el evento, el tenor expresó que la tragedia le afectó profundamente.
“El tiempo pasa tremendamente rápido. Lo que sentí ahí está tan profundo que parece una eternidad”, dijo.
Recordó que a pesar de los esfuerzos de rescate, perdió a cuatro familiares a causa del terremoto de 8.1 grados Richter de aquel 19 de septiembre, pero sí rescataron a otras personas.
“Pudimos ayudar a otras personas pero no pudimos ayudar a los nuestros”.
En la primera entrega de este premio, Domingo dijo que el premio debe hacerse extensivo a todos los mexicanos que vivieron ese momento.
El reconocido artista internacional, antes de concluir su emocionado discurso, pidió no ahondar en el dolor y de manera sutil sugirió no mostrar imágenes de la tragedia de 1985.
“El dolor lo llevamos dentro, no quiero que lo ahondemos más, podríamos ahorrarnos la imagen”.
Más distinguidos
También recibieron el premio a otros ciudadanos que se distinguieron por su papel durante la tragedia de aquel año, como Evangelina Corona, fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadoras de la Industria del vestido 19 de septiembre.
Corona apoyó a 40 mil mujeres que quedaron sin empleos por el desplome o daños irreparables de más de dos mil talleres de costura y fábricas de ropa en San Antonio Abad.
También fue reconocido el fundador del grupo de Rescate conocido como Los Topos, Francisco Javier del Razo Aguirre, quien rescató a varias personas durante los 30 días en que se mantuvo de voluntario en Tlatelolco.
Cuauhtémoc Abarca Chávez, fundador de la Coordinadora de Residentes de Tlatelolco fue otro ciudadano que recibió el Ángel de la Ciudad, por evitar el desalojo de habitantes de la unidad y consiguió que se remodelaran los edificios.
El primer súper intendente de los bomberos, el llamado Jefe Vulcano, Raúl Esquivel Carbajal, fue reconocido por su oportuna atención que dio a las fugas de gas y derrumbes con lo que logró evitar que la tragedia tuviera mayores repercusiones.
El creador del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Cinna Lomnitz Aronsfrau, ingeniero geofísico investigador de origen chileno nacionalizado mexicano especializado en estudios de suelo y sismología, fue otro de los que recibió el reconocimiento.
El escritor Carlos Monsiváis, a través de su sobrina Beatriz Sánchez Monsiváis, recibió el Ángel de manera póstuma, por sus crónicas contenidas en No sin Nosotros, los Días del Terremoto 1985-2005 y Entrada Libre, Crónicas de la Sociedad que se Organiza.
También se recordó y reconoció el trabajo del recientemente fallecido periodista Jacobo Zabludovsky, quien aquella mañana transmitió una crónica espontánea desde su automóvil, que ayudó a conocer los daños que había dejado el sismo y las zonas que requerían mayor apoyo. El Ángel lo recibió su esposa Sarita.
Además, fue reconocida la escritora Elena Poniatowska, por su trabajo periodístico realizado aquel año, relacionado con la tragedia sísmica.